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A mi país yo lo quiero de veras,
pués me ha enseñado a izar su bandera,
me dio una casa donde aprendí
que la mentira no sirve para vivir.

Con el color que me dio su paisaje
de niño se ha ido pintando mi sangre
y es su garganta toda mi voz
que es clara y pura pero turbia en su dolor.

Yo he nacido en este país
y aquí también quiero morir
pero quisiera alguna vez verlo reír.
Dejemos toda la ambición,
el egoísmo y la maldad,
llegó la hora de darle un poco de paz.

No es tan difícil ponernos de acuerdo,
solo hace falta saber que podemos
dejar de lado el singular
para brindarle una mano a los demás

Del interior yo quiero a mis paisanos
que siempre dan sin pedir nada a cambio,
ellos cultivan su libertad
y lo trabajan para ofrecernos el pan

Su corazón es un mundo de gente
que se amontona y aprieta en su vientre
si ves que es duro tu progresar
no te me caigas no todo es la Capital.

Yo he nacido en este país
y aquí también quiero morir
pero quisiera alguna vez verlo reír.
No nos podemos engañar,
el tiempo se nos va a acabar
quiero que juntos encontremos la verdad.
Todos tenemos que entender,
que juntos podemos crecer,
dame tu mano y vamos de una buena vez.

Facundo Saravia