Imprimir

Días atrás visitó Buenos Aires el primer ministro finlandés, Juha Sipitä, acompañado de una delegación de empresarios de su país. El hecho marca un hito en el conocimiento recíproco de ambos países que, hasta hoy, había sido limitado. Sin embargo, esa distante nación europea, de clima riguroso, famosa por sus miles de lagos y sus bosques de coníferas, tiene mucho para enseñar en una cuestión esencial que favorece el crecimiento de los países y que explica la singular influencia ganada por los finlandeses en las últimas décadas: su admirable desarrollo educativo.

Gracias a ese proceso, que ha convocado la atención mundial, se ha convertido en una nación de consulta constante en el campo de la enseñanza. Asimismo, ha ganado prestigio por haber sabido conciliar las demandas de un pragmatismo eficiente para superar los problemas con el respeto por las reglas establecidas con los países vecinos.

No sorprende, por lo tanto, que el primer ministro declare que la enseñanza es la mejor apuesta de los finlandeses en relación con el futuro del país. Tanto es así que la cuestión educativa es el quid de los debates que entablan los representantes de ese país. Es de señalar que esos destacados visitantes han manifestado sentirse en condiciones de cooperar con nuestras autoridades en esa materia y así lo han trasmitido oficialmente.

Sipitä, ingeniero en telecomunicaciones, dio comienzo a su carrera política hace pocos años, sólo un quinquenio, cuando fue elegido diputado por el Partido del Centro. En la actualidad ha tomado contacto con el presidente Mauricio Macri y con varios ministros del gobierno nacional. Del mismo modo se han establecido relaciones con empresarios y productores de nuestro país.

Merece subrayarse que los méritos de Finlandia aumentan cuando se analiza el desarrollo de ese país. Con población relativamente escasa, limitados recursos y un territorio de habitabilidad difícil, ha sabido elaborar en el último medio siglo numerosos productos con alto valor agregado.

La clave de esa eficiencia se sustenta en el aporte de una excelente educación. La perspectiva de acceder a títulos superiores de calidad está abierta para todos los jóvenes con caudal de motivación necesaria y aptitud intelectual para hacerlo. Las condiciones naturales del país exigen alta capacidad práctica para superarlas y lo han conseguido.

Como se advierte, más que soluciones concretas, lo que promueve Finlandia es confiar en una mejor educación como verdadera plataforma para el futuro.

www.lanacion.com.ar  22/10/16