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La búsqueda de equilibrio entre trabajo y la familia no debe limitarse a los primeros años de los niños; la adolescencia presenta los mayores desafíos
ta hace muy poco la conversación en torno del equilibrio entre el trabajo y la vida personal para los padres se centraba en la licencia por maternidad. Sin embargo, son los adolescentes -no los bebes o los niños pequeños- los que plantean desafíos aún mayores a la hora de orientar la carrera de un padre o una madre.

Los nuevos padres faltos de sueño sin duda estarán en desacuerdo, pero sus contrapartes 12 o 15 años más avanzados en el camino tienen un mensaje para ellos: ya van a ver.

"Los pequeños sólo te alcanzan una caja de jugo vacía para que te deshagas de ella, pero los adolescentes te entregan un paquete emocional con el que manejarte", asegura Anee-Marie Slaughter, CEO y presidenta de la New America Foundation. "Y el significado de ese paquete es profundo."

En 2012 el artículo de Slaughter Por qué las mujeres aún no pueden tener todo para la revista The Atlantic generó un amplio debate sobre los desafíos que aún enfrentan las mujeres madres y profesionales. En el artículo describe cómo dejó el "trabajo de sus sueños" como directora de Planificación en el Departamento de Estado bajo Hillary Clinton cuando su hijo entró en la adolescencia. "Tenía constantemente en mente a mi hijo. Por más que me gustara el trabajo que hacía, yo recibía una llamada o un texto con la última novedad y me preguntaba por qué estaba en Washington DC cuando mi hijo me necesitaba en Princeton", cuenta.

Su experiencia capta las necesidades y desafíos complejos e impredecibles que enfrentan los adolescentes -desde el manejo en la escuela, los amigos, el sexo, las drogas y la autoestima, hasta sus perspectivas para la universidad y su carrera- muchos de los cuales están llenos de variables que los padres no pueden controlar y, por lo tanto, no pueden delegar fácilmente.

Considere trabajar por su cuenta

El trabajo independiente genera cierta precariedad, pero también ofrece oportunidades de flexibilidad y autonomía, lo que significa mayor capacidad de adaptarse a las necesidades y horarios de un hijo adolescente.

Los que tienen empleos más tradicionales muchas veces no tienen conciencia de que ya están acumulando capacidades y hábitos que pueden hacer relativamente suave la transición del empleo de tiempo completo al trabajo independiente.

Arme un equipo

Convertirse en trabajador independiente no significa hacerlo solo. De hecho crear redes de soporte puede ser crucial para padres de adolescentes,
Para Kirstine Stewart, vicepresidenta para América del Norte en Twitter, y autora del libro Nuestro turno, es clave construir un equipo con la familia y crear sistemas de soporte externos.

"Los libros para padres te preparan para los primeros años cuando hay una dependencia física tan grande, pero el paso a la adolescencia tiene más que ver con un soporte emocional", explica.

"Mis chicas tienen 15 y 19 y promover un sentido de familia como equipo y luego construir nuestro equipo de soporte externo es lo que funcionó para nosotras", asegura la ejecutiva.

Arme su espacio de trabajo en su casa y defiéndalo

Para los profesionales que están criando adolescentes, un espacio de trabajo en la casa -ya sea un cuarto con una puerta que se cierra o sólo un escritorio en un rincón del living- puede ayudar mucho.

Como explica Melissa LaFlair, fundadora de una consultora legal y madre de hijos de 13 y 14 años, no se trata necesariamente de separar la vida familiar para concentrarse en el trabajo.

"Mi oficina en casa me facilita seguir el pulso de mi familia", dice. "Incluso si estoy hablando por teléfono o tratando de cumplir un plazo, cuando mis hijos llegan a casa por lo general sé si tienen buena energía o si tuvieron un mal día. Aunque no lo hablemos en el momento tengo una sensación de cuándo tengo que conectarme con ellos y averiguar qué pasa", explica.

En muchos casos, puede costar encontrar el espacio para instalar una oficina en casa, pero cuando se tienen hijos adolescentes siempre es una buena idea contar con un lugar que puede considerarse como propio.

Lo ideal es hacerse un hábito de uso regular -aunque más no sea una mañana o tarde por semana- para poder crear la práctica y para que los hijos comiencen a entender para qué es ese lugar y por qué tienen que respetarlo.

Haga su parte para cambiar la cultura

Ahora mismo -no importa que preparaciones haga- quizás el mayor desafío que enfrentan todos los padres (o cualquiera que esté a cargo de alguien) es la tiranía cultural de lo que Slaughter y otros han descripto como el "trabajador ideal".

Como escribió recientemente para la revista Wired "una está en constante competencia con un empleado hipotético que llega temprano, va a todas las reuniones, nunca se enferma, dice que sí a todo proyecto nuevo,y está constantemente disponible en dispositivos móviles y puede salir de viaje por trabajo en cualquier momento".

El "trabajador ideal" es soltero y tiene un cónyuge que se queda en casa y maneja la vida familiar y todo lo que tiene que ver con el hogar. Al trabajador ideal le encantan las reuniones cara a cara, y los encuentros convocados a último momento y responde el correo electrónico a toda hora. Para ellos lograr productividad es irrelevante en gran medida; nunca dejan de hacer algo.

Es hora de terminar con esta ficción perniciosa y de dejar de soñar que imaginar que equilibrar exitosamente una carrera y la vida familiar pueda hacerse sin cambios importantes en la forma en que venimos trabajando.

Ser padres no es algo que sucede sólo en las 12 semanas después de que nace un hijo. Sigue durante años y por lo general se vuelve cada vez más complicado.

Por eso lo mejor es apoyar a un colega que necesita trabajar desde casa, participar de una reunión por teléfono en vez de ir a la oficina y no olvidar que la obra en la escuela o el partido de cualquier deporte es más importante que la cena con el cliente.

Mirando al pasado Slaughter reflexiona "ojalá hubiese encontrado algún ritual diario que me diera una conexión con mis chicos comparable a leerles todas las noches cuando eran chicos". Esos puntos de conexión a diferencia de muchos otros no pueden pasarse para otro momento.

www.lanacion.com.ar    08/02/16