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Constituye un verdadero desafío tomar decisiones acerca de la trayectoria escolar posible y más adecuada para aquellos adolescentes y jóvenes afectados por causas derivadas de la discapacidad que revisten una gran complejidad.

En ese sentido, creemos que ,aún para los que presentan una escasa autonomía en su desempeño que provoca dificultades de aprendizaje en la mayoría de lasáreas, es posible pensar en una trayectoria educativa que, a la vez que contemple y desarrolle su potencialidad, favorezca su transición a la vida adulta.

Su derecho a recibir una educación que impulse el desarrollo de sus capacidades, atendiendo a sus particulares necesidades, no puede verse limitado por un sistema escolar renuente a modificar su propia configuración para poder garantizar dicho derecho. Por el contrario, estamos convencidos de que sólo la implementación de propuestas pedagógicas con un alto grado de flexibilidad, que se adapten a los requerimientos específicos de aquellos sujetos con mayores desventajas resultantes de una compleja situación de discapacidad, permitirá la transición.

Hablamos de trayectorias educativas individuales diseñadas "con" estos jóvenes y"con" sus familias puesto que son sus destinatarios y protagonistas. Si bien se declama que así es como siempre se hace ,en los hechos observamos lo difícil que resulta desprenderse de actitudes paternalistas que objetivan a los sujetos y a sus familias ,haciéndolos solo depositarios de indicaciones y recomendaciones . A veces se obtura la expresión de sus propios deseos e ideas acerca de cómo ese joven y esa familia proyectan su vida ; a veces, cuando el proyecto de vida está fuertemente condicionado, además, por situaciones de gran vulnerabilidad social ,no se agota el desarrollo de todas las estrategias posibles para fortalecer un proyecto curricular funcional y ecológico.

Para perfilar estas trayectorias, ese proyecto debería incluir bloques de

contenidos vinculados con:
_ Conocimiento de sí mismo y de su entorno familiar y social
_ Autovalimiento en higiene y aseo personal
_ Autovalimiento en alimentación y vestido
_ Prevención de enfermedades y cuidado de la salud
_ Prevención de accidentes en el hogar y en la vía pública
_ Organización de la casa y autonomía en el hogar
_ Uso del dinero en compras domésticas
_ Uso del transporte y de los medios de comunicación
_ Participación en la vida comunitaria (social-recreativa-deportiva y cultural)
_ Conocimiento y ejercicio de los derechos ciudadanos
_Utilización de recursos tecnológicos favorecedores de la comunicación

Tales contenidos conllevarán, siempre que sea posible, un componente de capacitación laboral. En ese caso se diseñará una oferta formativa dirigida al desarrollo de destrezas y actitudes, dentro de normas elementales de seguridad, en la ejecución de tareas sencillas. Esta oferta combinará contenidos técnicos y formación básica instrumental, propiciando la participación en grupo para el
establecimiento de relaciones con todos los actores institucionales y de la comunidad, en un proceso que podría conducir al trabajo protegido.

Cuando hablamos de "destrezas" nos referimos a las "capacidades prácticas que se vinculan a un desarrollo preciso de formas de motricidad especializada, de agudeza visual, auditiva, gustativa, de esfuerzo físico, de equilibrio, etc." (INET)

Según el grado en que estas capacidades estén afectadas, serán los apoyos y los estímulos que habrá que brindar para compensar y/o incrementar las vías sensoriales y motoras que se requieren para acceder a determinadas habilidades y saberes.

Hoy sabemos que, aunque en un sujeto haya zonas corticales dañadas, la plasticidad neuronal se activa con las experiencias que se vivencian. La pluripotencialidad del cerebro humano, influida tanto por la interacción social como por el deseo y la propia voluntad, hace posible que nuestro mapa cortical vaya cambiando cuando hay experiencias generadoras de aprendizajes. De allí que, según éstas sean, de las diferentes circunstancias en que se susciten, de los obstáculos a superar que representen, resultará menos o más factible el desarrollo de ciertas destrezas y la adquisición, entonces, de nuevas habilidades, tanto manipulativas como sociales. "El individuo se forma ,específicamente, a través de la internalización de las actividades llevadas a cabo en el seno de la sociedad y a través de la interacción producida en la zona de desarrollo próximo" (Moll, L.:"VYGOTZKY Y LA EDUCACIÓN " - Aique - Bs. As. 1993). Es allí donde ha de dirigirse la intervención pedagógica.

Un ambiente motivador, en el cual compartir experiencias provechosas con pares de la misma franja etárea será facilitador. Ayudará a aumentar la autonomía personal y social tomando distancia de la protección, a veces excesivamente paternalista, de la familia y de la misma escuela.
Es preciso analizar con profundidad cómo este paternalismo suele provocar efectos contrarios a los que se persiguen, pues no hace más que obturar el despliegue del propio potencial del sujeto, reforzando la dependencia, infantilizando y, en consecuencia, privando a estos adolescentes y jóvenes de su derecho a ser considerados como tales, con sus intereses y deseos, respetando su
autodeterminación.

Sólo su reconocimiento como sujetos de derecho, en todo su potencial, permitirá que dejen de ser objetivados, como se hace cuando se les sobreprotege, o cuando, por el contrario, se cree, a priori, que no será factible el alcance de mayores grados de autonomía. Acompañar en el proceso de subjetivación , de sujeto adolescente a sujeto adulto, es un arduo camino a transitar conjuntamente
con el joven y su entorno que nos desafía al despliegue de las mejores estrategias.

Se debe recordar que ha habido avances en el abordaje de las necesidades de las personas con discapacidad. Actualmente ya se ha contemplado, en elámbito de la Seguridad Social , la figura del "Asistente Personal. A su vez, se está trabajando en algunos países para promover la figura del "Agente de Apoyo para la Vida Autónoma ", de tal suerte que, al llegar a la adultez, con este apoyo
puedan vivir de forma más independiente respecto de los propios padres y /o contar con otras alternativas a la institucionalización.

Evidentemente la provisión de estos recursos para todos aquellos que los requieran aún representa un gran reto social y de políticas públicas. Pero, a la vez, constituye un reto educativo que debemos afrontar para que sea factible el ejercicio del derecho a la educación y a la ciudadanía de estas personas.

Aunque la complejidad resultante de algunas patologías dificulte el enfoque laboral en la trayectoria educativa, es necesario preguntarse: "Después de la escuela ¿qué?"

Esta es una cuestión que, a la luz de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, no puede dejar de debatirse en la sociedad en general, en el sistema educativo en su conjunto y, sobre todo, en las escuelas de la Modalidad.

En éstas es impostergable la revisión del dispositivo escolar analizando qué, cómo y para qué enseñamos. Qué cambios en la organización de nuestros servicios se requieren para desarrollar propuestas pedagógicas que constituyan puentes hacia la vida adulta de todos los adolescentes y jóvenes afectados por una discapacidad, aún en aquellos casos en que su situación sea caracterizada bajo el concepto de "RETOS MÚLTIPLES".

Se los suele perpetuar en la escolaridad bajo la suposición de que a más años en la escuela mejores resultados. Y, aunque transcurridos muchos ciclos lectivos, no se logren objetivos vinculados con el tránsito a la adultez, no se ponen en cuestión todos los factores que intervienen en dicho proceso. Entre ellos, las propias prácticas de enseñanza y su papel central en el desarrollo curricular. Por el contrario, muy a menudo se cae en el reduccionismo de atribuir las dificultades solo a las limitaciones del sujeto y de su entorno.

Insistimos: se trata de desnaturalizar aquellas miradas, enfoques, prácticas que, a través del tiempo, se han instituido y que ya es evidente que no han alcanzado los resultados a los que aspiraban.

Si bien mucho se ha avanzado en la promoción de los derechos de las personas afectadas por alguna discapacidad, es necesario aún contribuir a su concreción y ésta es una responsabilidad de toda la sociedad en la que los educadores de esta Modalidad de enseñanza tenemos un papel protagónico.

El futuro se construye hoy, ahora mismo, en este momento en que los adolescentes y jóvenes que estamos mencionando concurren a nuestras escuelas. Los invitamos a revisar lo que se viene haciendo, a debatirlo, a establecer acuerdos para la mejora de las intervenciones curriculares, renovando los modos de propiciar la adquisición de saberes socialmente significativos. Los invitamos a redoblar los esfuerzos -como siempre lo hemos hecho- en la búsqueda de las mejores alternativas pedagógicas para todos los alumnos.

Comencemos por analizar el concepto de "Transición a la vida adulta".

Entendido como el " proceso individual del joven con discapacidad múltiple y con sordoceguera que promueve su autonomía personal en el entorno familiar, comunitario y social, considerando sus capacidades, necesidades y deseos", alude a la generación de oportunidades de vida independiente que" solo se puede llevar a cabo, si se trabaja en forma colaborativa, con un equipo conformado por el joven, su familia, profesionales y miembros de la comunidad a la que pertenece" (Fundación ONCE- América Latina. FOAL)

En nuestra Jurisdicción esta tarea está a cargo de los servicios educativos; por lo tanto corresponde a sus equipos planear, coordinar, desarrollar y evaluar el proceso de transición conjuntamente con el joven, su familia y otros actores responsables de políticas públicas y de la comunidad a la que pertenece.

Es conveniente revisar el proyecto que se esté implementando para estos jóvenes y considerar su implementación en aquellos establecimientos en los que aún no se ha dado cabida a esta demanda pero que constituyen la única oferta de educación especial disponible, o la más próxima a su domicilio, para muchos de estos sujeto.

La implementación institucional del "Proceso de transición a la vida adulta" requiere, en ambos casos, que se reconsidere la organización de la escuela, las viabilidades técnicas, los recursos humanos, materiales y de gestión para tender a la construcción de propuestas pedagógicas coherentes con los principios rectores de la Educación Especial y la filosofía de la Transición , en la perspectiva propuesta en este documento: la del Derecho a la Educación de las personas con discapacidad, independientemente de que el ejercicio de este derecho represente para los educadores de la Modalidad un "reto múltiple".

Dirección de Educación Especial - Documento de apoyo Nº 1/2010