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Secundarias bonaerenses. Desde este año ya no quedarán libres en todas las materias por las faltas. Es para combatir los altos índices de deserción. Y otra vez habrá tres fechas de éxamenes.

El abandono escolar en las escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires llega al 11,7%. Son 164 mil adolescentes por año, un porcentaje que está en sintonía con lo que ocurre a nivel nacional, donde la tasa promedio es del 11,6%.

Está previsto que hoy comiencen las clases 1,4 millón de alumnos bonaerenses, aunque el paro que algunos gremios prolongarán 24 horas más hará que haya escuelas donde la reanudación sea parcial o se haga efectiva recién mañana. El arranque será el capítulo final del polémico Polimodal, vigente casi 15 años. A fin de 2012, egresará la primera promoción que haya recorrido toda la nueva secundaria de 6 años, como lo establece la Ley de Educación Nacional.

En ese contexto, la Dirección General de Escuelas modificó el mecanismo de regularidad por inasistencias: los alumnos que superen las 25 faltas en el año ya no estarán obligados a rendir “libres” todas las asignaturas. Es decir, se establecerá un sistema de “análisis de inasistencias” materia por materia. Quienes completen el cupo máximo de ausencias tendrán la posibilidad de aprobar en examen final sólo las materias en las que –efectivamente– hayan estado ausentes en más del 15% de las clases.

Desde la Provincia afirman que así buscan retener y otorgar más chances de promover a los casi 28 mil estudiantes que cada año quedan libres por inasistencias. “Recuperar la totalidad de las materias en las pruebas de diciembre y febrero es una exigencia casi imposible de superar. El chico que quedaba libre por faltas tenía altas chances de repetir”, dijo a Clarín la directora de una escuela media con 20 años de antigüedad.

Este retoque va en sintonía con una medida que ya se implementó el año pasado: la “tercera oportunidad” para los que se llevaron más de dos previas. Se trata de una mesa extra para que puedan rendir una de las tres desaprobadas en diciembre y febrero, y así tener una nueva chance de pasar de año. En 2011, casi 50 mil estudiantes recurririeron a este recurso y no repitieron.

“La inasistencia y la repitencia son alertas que nos indican posibilidad de abandono”, explicó a Clarín María Cortelezzi, coordinadora del Area de Evaluación de la ONG Cimientos. Según los especialistas, la deserción tiene mayor impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad. “El origen de estos indicadores de fracaso escolar –como el abandono– está dentro de una escuela que no logra cambiar y responder a las nuevas demandas”, dijo Cecilia Oubel, otra especialista.

“Se realizaron esfuerzos oficiales para contener a los chicos en el sistema, como la Asignación Universal por Hijo, las becas o el programa Conectar Igualdad, pero algunos sectores sociales aún no tienen la convicción de que pueden apropiarse de la educación media. No está incorporada en sus prioridades, no es algo que lo asuman como propio”, agregó Teresita Cha, psicóloga y directora del Centro de Orientación Vocacional en la Universidad Nacional de La Plata.

Dentro del aula también hay elementos que atentan contra la permanencia. “Las tecnologías de la información, el uso de “dialectos” adolescentes y los rituales juveniles a veces colisionan con “gestiones educativas anticuadas y con docentes “taxi” que no tienen tiempo para dedicarle a esos chicos”, argumentó Teresita Cha. Para Oubel, “Las transformaciones obligan a actualizar el formato escolar. Y a los docentes les demanda mayores habilidades para avanzar en el proceso de aprendizaje”.

La gran cantidad de alumnos que deserta se ve reflejada también en el crecimiento de los planes de finalización en horario nocturno. El año pasado convocaron a 50 mil hombres y mujeres. También creció la enseñanza para adultos: en 2007 había 144 mil estudiantes y 4 años después eran casi 200 mil. Nunca es tarde. El título puede llevar más años, pero el esfuerzo vale.

Por Fabián Debesa

www.clarin.com 01/03/12