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Durante las vacaciones, los chicos participan de actividades educativas y recreativas organizadas por ONG o por entes gubernamentales

Es verano, pero muchos chicos siguen yendo a la escuela. Algunos continúan estudiando, otros se preparan para recuperar las materias que adeudan, pero también muchos participan de las actividades recreativas y sobre todo, siguen utilizando los comedores escolares. De hecho, tanto la Ciudad como la provincia de Buenos Aires aseguran durante el verano la continuidad de los programas alimentarios.
"Queremos que la escuela también pueda ser un espacio de disfrute y de descanso", afirma Soledad Acuña, subsecretaria de Inclusión Educativa del gobierno porteño. Por eso, en la ciudad de Buenos Aires se lleva a cabo el programa Vacaciones en la Escuela, que son las colonias de vacaciones del Ministerio de Educación local que se realizan en más de 100 establecimientos.

Este año tuvieron alrededor de 18.000 inscriptos y durante todo enero realizarán distintas actividades culturales, deportivas, artísticas y recreativas.

"Los alumnos, al ingresar, realizan una ronda de bienvenida. Luego, se dividen por grupos, desayunan y se trasladan a los distintos predios donde realizan las actividades. A su regreso, almuerzan; desarrollan una actividad de cierre, generalmente relacionada con el área de arte y se despiden", explica Acuña.

Allí practican distintos deportes como básquet, atletismo, fútbol y voley, que combinan con murga, malabares, armado de juguetes, actividades plásticas y talleres de ciencia, lectura y escritura, además de paseos por el Zoológico, la reserva ecológica, La Boca y el casco histórico de la ciudad.

En la provincia de Buenos Aires también habrá acciones similares. Esta semana comenzó Escuelas Abiertas en Verano, que la Dirección General de Cultura y Educación provincial pone en marcha desde hace 12 años en el receso estival en 2200 sedes y se extenderá hasta el 10 de febrero.

Apenas terminaron las clases, Marcela González no dudo en inscribir a su hijo Martín, de 9 años, en la escuela a la que concurre durante el año en Morón. "Yo trabajo todo el día y me parece mucho mejor que siga viniendo a la escuela y comparta con sus compañeritos la pileta y los juegos a quedarse sólo en casa", afirma, y agrega: "Ya es el segundo año que viene y lo disfruta mucho" .

"La propuesta recreativa se enfoca en la participación en actividades para el disfrute y la socialización, con propuestas artísticas y actividades deportivas. Buscamos estimular los valores de convivencia, trabajo en equipo, solidaridad, cooperación y de cuidado del ambiente", explican los organizadores desde la cartera educativa.

Verano de trabajo

El verano no es sinónimo de vacaciones para todos los chicos porque no en todas las escuelas las clases se extienden de marzo a diciembre. En la Patagonia sur, por ejemplo, las clases comienzan los primeros días de febrero para luego tener un receso mayor en pleno invierno, cuando las bajas temperaturas arrecian y el sol sólo asoma unas pocas horas al día.

Tal es el caso de Máximo Nieto, que comenzará el 1° de febrero primer grado en una escuela rural de Gobernador Gregores, Santa Cruz, pero tendrá vacaciones de invierno entre el 18 de junio y el 20 de julio, cuando la temperatura media es de 0 grados.

Las escuelas agrotécnicas de la Fundación Cruzada Patagónica en Neuquén también cumplen ese cronograma. El Centro de Educación Agrotécnico Valle de Cholila tiene su ciclo lectivo de febrero a diciembre, mientras que en el Centro de Educación Integral San Ignacio de Junín de los Andes las clases se dictan de septiembre a mayo con un receso entre el 20 de diciembre y 20 de enero.

Sin embargo, en ambos casos, y a pesar de los recesos, las escuelas siguen funcionando con guardias de producción, en donde un grupo de alumnos se encarga del mantenimiento y atención de las huertas, granjas y animales. Las guardias están compuestas por ocho chicos y liderados por un alumno bajo la supervisión de un docente del área de producción.

"La guardia comienza a las ocho de la mañana con un corte al mediodía para retomar la actividad a las 16.30 hasta las 20", explica la ingeniera agrónoma Valeria Vera Bertoldi, docentes de guardia en Junín de los Andes. Allí los chicos ordeñan ovejas, cosechan verduras de la huerta y de los invernaderos, limpian los corrales de aves y los canales de agua, recolectan huevos y desmalezan el predio, entre otras muchas actividades.

Más allá de las actividades recreativas o el trabajo, en varias jurisdicciones también habrá distintas actividades de apoyo escolar para ayudar a los alumnos a superar exitosamente -o incluso eludir- los exámenes de los meses de febrero y marzo y tratar de evitar que repitan de año.

En Corrrientes, por ejemplo, el programa Escuela secundaria de Verano comenzará a funcionar el 16 de enero y se extenderá durante cuatro semanas en los establecimientos de educación común y técnica de la provincia.
Se trata de un sistema alternativo de aprobación de asignaturas que le evita al estudiante pasar por una mesa examinadora, pero debe cumplir con el 100% de asistencia a las clases y aprobar todas las instancias de evaluación durante el proceso. En el caso de no cumplirlo, el chico perderá la regularidad pero podrá seguir asistiendo como clase de apoyo para rendir su examen.

Cada establecimiento dictará entre dos y tres asignaturas, que podrá elegir libremente, pero los alumnos deberán asistir solamente a la escuela donde cursaron el ciclo lectivo regular. Si la materia adeudada no está incluida en las que se dictarán en las cuatro semanas, deberá preparar y aprobar el examen tradicional.

"Esta es una nueva oportunidad de aprender y resignificar saberes", afirmó el ministro de Educación provincial, Orlando Macció, cuando presentó este programa y recalcó que la iniciativa apunta a la inclusión de los alumnos de la secundaria que reprobaron materias pero que "de ninguna manera significa nivelar para abajo".

En Chubut, al igual que en Formosa, las escuelas de verano comenzarán el 23 de enero, con una duración de cuatro semanas, para los alumnos que adeuden entre tres y seis asignaturas.

Allí se buscará que las clases sean dictadas por el mismo docente que estuvo a cargo de la materia durante el año y los alumnos también deberán tener asistencia perfecta. Quienes no cumplan con este requisito o no aprueben las instancias de evaluación tendrán, al igual que años anteriores, el período complementario de febrero que comenzará a la semana siguiente de terminar la escuela de verano.

En Capital Federal, una vez concluidas las colonias de verano, los alumnos que adeuden materias tendrán clases de apoyo con los profesores de esas asignaturas entre el 13 y el 28 de febrero en todas las escuelas secundarias.

Por Iván Pérez Sarmenti

www.lanacion.com.ar 07/01/12