Asesoramiento y acompañamiento en la crianza y educación de los hijos.
Se brinda asesoramiento a los padres basadas en la crianza con apego y en la disciplina positiva.
Se asesora sobre los primeros aprendizajes otorgando una serie de pautas e informaciones respecto a los aspectos evolutivos, madurativos, sociales y espirituales que favorezcan el vínculo familiar y el desarrollo integral de los hijos.
Abordaje psicopedagógico integral del niño y su familia.
Se acompaña al niño desde el sufrimiento por sus dificultades de aprendizaje y se aborda la situación desde un enfoque holístico que tiene en cuenta su ser, su sentir y su hacer. Se trabaja desde el afecto y el vínculo con la familia y su vivencia en su trayectoria escolar.
La metodología de trabajo consiste en entrevistas con el niño, la familia y el niño junto a su familia.
Asesoramiento,formación e información sobre pedagogías alternativas.
Se brinda asesoramiento, información y formación acerca de las pedagogías alternativas.
Se brinda orientación y acompañamiento respecto a actividades que respeten el interés y el propio ritmo de aprendizaje de los niños basadas en las distintas propuestas que ofrecen las pedagogías alternativas.
El asesoramiento se brinda a familias y/o a grupos o instituciones...
Hasta sala de 5, yo creía que a mi hijo le iba muy bien en el colegio: era sociable, alegre y muy despierto. Fue el primero de mis 4 hijos en empezar a caminar y jamás habló en media lengua." El mundo cambió de repente para Irene Miró cuando su hijo Federico pasó a primer grado y empezaron a evidenciarse notables problemas de aprendizaje: desorganización, falta de atención, un lento proceso de adquisición de la lectoescritura, etcétera.
La falta de un diagnóstico precoz y, posteriormente, de un tratamiento bien enfocado, fueron profundizando las dificultades escolares del alumno, que no alcanzaba los estándares mínimos de rendimiento académico, a pesar de manifestar una alta capacidad para relacionarse socialmente e interactuar con sus pares. La famosa inteligencia emocional parecía funcionar bien, pero las producciones escolares eran pobres, siempre quedaba rezagado en su trabajo en el aula y la consecuencia era un golpe tras otro a su debilitada autoestima.
Historias como éstas se cuentan de a miles en los gabinetes psicopedagógicos, en los consultorios pediátricos o en la sala de profesores de escuelas públicas y privadas de todo el país. Y el problema atraviesa todas las clases sociales, si pensamos que 72 de cada 100 chicos argentinos terminan séptimo grado, pero sólo 52 lo hacen sin repetir ningún grado.
Aunque con matices respecto del origen del problema y su incidencia, según el nivel socioeconómico, la realidad es que las dificultades de aprendizaje comprenden a casi la mitad de los estudiantes argentinos, tanto de la educación básica como polimodal. Este problema se ha visto seriamente agravado por un factor determinante: la desnutrición infantil.
Rendimiento
El término trastornos de aprendizaje describe una dificultad neurobiológica por la que el cerebro humano funciona o se estructura de manera diferente.
Reconocen una multiplicidad de causas, pero su consecuencia es la dificultad para adquirir, descifrar o procesar signos e información, que afectan el desempeño académico en la medida en que interfieren con la capacidad de pensar o recordar, y pueden afectar la habilidad de la persona para hablar, escuchar, leer, escribir, deletrear, razonar, recordar, organizar información o aprender matemáticas. En consecuencia, un niño no rinde el nivel esperado para su edad, escolaridad y cociente intelectual, en las pruebas estandarizadas.
La historia de la pedagogía revela que hasta hace sólo medio siglo era humillante para el niño y su familia reconocer cualquier tipo de limitación en su proceso educativo. Sin embargo, los trastornos de aprendizaje no son un tema nuevo, aunque sí lo son los métodos y enfoques aplicados para su mejor comprensión, como también lo es el valor que hoy se le asigna al saber en las sociedades contemporáneas.
Enrique Menzano, médico pediatra y neurólogo infantil del Hospital Italiano de Buenos Aires, recuerda que en la era medieval muchos ascensos sociales se producían por la música o la pintura, de modo que un trastorno en la habilidad para leer y escribir tenía entonces poca relevancia. "Hoy, en cambio, ningún niño repite por su poco oído musical o pobres habilidades pictóricas, pero sí fueron desahuciados del medio educativo por su dislexia a mentes brillantes como la de Einstein", dice Menzano, que es subdirector de la Especialidad en Neuropediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Su reflexión pone en foco un primer dato clave, y es que trastornos de aprendizaje no es sinónimo de poca inteligencia.
"Es más, muchos niños muy inteligentes fracasan en su aprendizaje a pesar de esa inteligencia pues un déficit específico les inpide expresar ese potencial intelectual. El gran aporte de las neurociencias cognitivas ha sido identificar esos déficit específicos ayudándolos a elaborar estrategias también más específicas para su tratamiento", dice el especialista.
Lamentablemente, el no reconocer en estos niños sus particulares circunstancias hace que sean tildados de vagos, inmaduros o con bloqueos emocionales, cuando precisamente porque un niño es inteligente es que reconoce su fracaso y esto mina su autoestima. Lo que no significa necesariamente -vale aclararlo- que sea la pobre autoestima la que explique sus dificultades.
Para Menzano, en todo caso, ambas coexisten y requieren de una comprensión y análisis diferenciados, por lo que es importante resaltar este concepto, ya que muchos tratamientos se enfocan demasiado hacia una mejoría de la autoestima sin que al mismo tiempo se encare el déficit cognitivo subyacente.
La psicopedagoga Margarita Eggimann explica que los trastornos de aprendizaje han variado en su nomenclatura, pero no en su sintomatología. Así como antes se hablaba de hiperkinesia, por ejemplo, ahora se habla de Atention Déficit Disorder (ADD) o Atention Deficit Disorder with Hiperactivity (ADDH), el trastorno más visto actualmente, según la especialista, que deriva de una suma de variables que se combinan. A su entender, los chicos tienen o están expuestos a demasiados estímulos. En general no saben discriminar lo que es importante de lo que no lo es, hacen diferentes actividades al mismo tiempo y se acostumbran a no darle a cada cosa el tiempo que su aprendizaje requiere, lo que les impide también adquirir la motricidad necesaria para desarrollar cada una de las habilidades que se requieren, como leer, escribir, copiar lo que la maestra escribe en el pizarrón. "Yo veo que es bastante difícil para los niños en la actualidad sostener el esfuerzo. Antes no lo era tanto, quizá por la gran diferencia de estímulos y actividades a las que estaban expuestos", dice.
Factores sociales
A los padres, por su parte, cada vez les resulta más difícil ponerles límites a los niños. Tienen miedo de frustrarlos y no saben que en realidad un poco de frustración es necesaria para poder aprender.
La licenciada Eggimann sostiene que también los problemas de inseguridad e inestabilidad laboral y física influyen en la formación de los chicos, y muchos tienen dificultades para adaptarse a los cambios, no pueden aprender porque ocupan sus pensamientos en otras cosas, los padres mismos están llenos de preocupaciones, los niños están al tanto de cosas que antes no pertenecían a sus esquemas mentales, temas en los que no intervenían, información que no manejaban...
Mabel Inés Boichuk , licenciada en Psicopedagogía (UCA), y maestra de cuarto grado en la Escuela Argentina Modelo, coincide. "A veces pensamos que la situación social sólo influye de modo directo en los pobres o en los más necesitados porque, sin buena alimentación, sus neuronas no se desarrollarán en grado mínimo para acceder a los aprendizajes", dice.
"Pero si bien esto es totalmente cierto, también lo es la influencia negativa ejercida por la saturación de información a la que a veces se ven sometidas nuestras generaciones jóvenes. Personalmente, considero que las palabras: guerra, corralito, falta de futuro, inseguridad, han ido poblando el mundo de nuestros niños. Mentes que ya no están llenas de fantasías ni son tan color rosa, como muchos aún sostienen."
De todos modos, según su experiencia, los trastornos de aprendizaje no se han incrementado respecto de las décadas anteriores. "Lo que sí es evidente es la mayor naturalidad con que se manifiestan y la creciente conciencia por parte de los profesionales de la educación de la necesidad de detectarlos tempranamente", explica.
"Antes, sólo se les prestaba atención a las dificultades de tipo intelectual; es decir que nos preocupaban sobre todo los alumnos que no podían leer, realizar operaciones matemáticas o recordar hechos históricos. En cambio, ahora, se reconoce la importancia que tienen los vínculos sociales y las estrategias que un niño implementa para responder a demandas de cualquier naturaleza", asegura.
Enrique Menzano destaca que el oportuno reconocimiento diagnóstico de estos niños hace que los padres y los docentes dejen de estar confundidos respecto de cómo proceder con ellos y dejar de alternar entre retos-castigos y sobreprotección-compasión. "Existen estrategias basadas en trabajar desde el reconocimiento positivo junto a pautas claras en los límites y las consecuencias de sus actos, que incrementan la reflexión y disminuyen la impulsividad."
Sin embargo, el especialista comenta que es común escuchar de boca de los padres la explicación parsimoniosa de que su hijo padece de inmadurez y que su misión es la de ir acompañándolo hasta que el clic sobrevenga.
Tanto el concepto de retraso como el de inmadurez aluden a la idea de un proceso que va más lento, pero sin resaltar las características diferentes. En cambio, el concepto de déficit específico alude a un niño que presenta alteraciones no esperables para lo normal. "Es como quien va transitando un camino; quien lo hace lento, tarde o temprano llegará a destino, pero quien se encuentra en un sendero distinto no sólo llegará más tarde, sino que tampoco tendrá el mismo destino -ejemplifica-. Esto resalta la importancia de que no sólo es necesario un buen diagnóstico, sino que el mismo sea oportuno. La mejor oportunidad es aquella que toma al cerebro durante la etapa en que es más plástico para su habilitación", concluye Menzano.
Preguntas frecuentes
¿Maestra particular?
La psicopedagoga Margarita Eggimann da algunas pautas: cuando los chicos no pueden organizarse o no llegan a comprender las consignas dadas por la maestra; cuando las madres por distintos motivos no pueden acompañarlos, cuando se quiere evitar que se acumulen contenidos sin comprender que luego serán necesarios para posteriores aprendizajes, cuando los chicos no tienen la autonomía suficiente para resolver las tareas solos, es recomendable recurrir a una maestra de apoyo. "Pero es importante que la maestra particular no se trasforme en una muleta. Su función es ayudarlo a lograr autonomía", dice Eggimann. Aunque reconoce que hay niños que, por distintos motivos, necesitan un tutor durante toda su escolaridad.
¿Los trastornos de aprendizaje son hereditarios?
El doctor Enrique Menzano destaca la base genética y no lesional en la gran mayoría de los trastornos de aprendizaje, como así también su persistencia con modificaciones adaptativas, en muchos casos durante la vida adulta. La base genética implica que en la gran mayoría no existe una lesión subyacente y sí, en cambio, padres, hermanos, tíos o tías con una historia similar, aunque muchas veces sin diagnóstico.
Por Carmen María Ramos
Señales
Los padres deben estar conscientes de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje. Por ejemplo:
Dificultades para entender y seguir instrucciones.
Dificultades para recordar lo que alguien le acaba de decir.
No dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y matemática.
Dificultades para distinguir entre la derecha y la izquierda, y para identificar las palabras.
Falta de coordinación al caminar, hacer deportes o realizar actividades sencillas.
Extravía fácilmente sus asignaciones, libros y otros artículos.
No puede entender el concepto de tiempo, se confunde con ayer, hoy y mañana.
www.lanacion.com.ar 10/08/03
ÁREA PSICOPEDAGÓGICA OFRECE NUEVOS SERVICIOS:
Información en: coordinacion@areapsicopedagogica.com.ar
Estamos en Facebook como AREA PSICOPEDAGOGICA
Gracias a todos por apoyar nuestra iniciativa y querer ser parte de este emprendimiento!!! Área Psicopedagógica los saluda deseando que este espacio sea de utilidad para todos y que podamos seguir aprendiendo y amando la profesión que hemos elegido!!!
INFORMACIÓN ADICIONAL
Colegios y asociaciones de Psicopedagogos de la Argentina
¿Dónde estudiar Psicopedagogía?
Potenciado por Joomla!
Adaptación realizada por Diseño web Mar del Plata