Asesoramiento y acompañamiento en la crianza y educación de los hijos.

Se brinda asesoramiento a los padres basadas en la crianza con apego y en la disciplina positiva.

Se asesora sobre los primeros aprendizajes otorgando una serie de pautas e informaciones respecto a los aspectos evolutivos, madurativos, sociales y espirituales que favorezcan el vínculo familiar y el desarrollo integral de los hijos.

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Abordaje psicopedagógico integral del niño y su familia.

Se acompaña al niño desde el sufrimiento por sus dificultades de aprendizaje y se aborda la situación desde un enfoque holístico que tiene en cuenta su ser, su sentir y su hacer. Se trabaja desde el afecto y el vínculo con la familia y su vivencia en su trayectoria escolar.

La metodología de trabajo consiste en entrevistas con el niño, la familia y el niño junto a su familia.

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Asesoramiento,formación e información sobre pedagogías alternativas.

Se brinda asesoramiento, información y formación  acerca de las pedagogías alternativas.

Se brinda orientación y acompañamiento respecto a actividades que respeten el interés y el propio ritmo de aprendizaje de los niños basadas en las distintas propuestas que ofrecen las pedagogías alternativas.

El asesoramiento se brinda a familias y/o a grupos o instituciones...

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Tenemos la gran oportunidad de cambiar la educación criando niños felices aprendiendo con alegría, entusiasmo y amor.

La escuela ideal para sus hijos, según 304 padres residentes en la ciudad de Buenos Aires con hijos en edad escolar, es mixta (94%), pública (80%) y laica (64%). Esos datos surgen de una encuesta realizada por la consultora Catterberg y Asociados en diciembre de 2004. Sin embargo, a la hora de elegir una escuela real, la institución perfecta no encuentra una definición tan sencilla y universal.

El proceso de selección de la escuela donde un chico realizará su experiencia educativa de jardín de infantes, primaria o secundaria comienza mucho antes de que éste traspase la puerta del establecimiento de la mano de sus padres. Es un proceso que se remonta a la infancia misma de sus progenitores, a sus propias experiencias escolares, al recuerdo que de ellas ha quedado grabado en su memoria; depende de las expectativas, las posibilidades y los valores de esa familia en el momento de la elección y de las características de cada chico.

Elegir escuela para los hijos es una tarea difícil. Los padres esperan, con su decisión, contribuir a que su vástago cuente con herramientas que le permitan, en el momento indicado, integrarse a la sociedad desde el punto de vista social, intelectual y laboral. Para ello, cada familia deberá definir sus prioridades a la hora de encarar la búsqueda. La licenciada en Educación Tamara Vinacur, codirectora de Diéresis (Consultoría en Educación), recomienda: "Lo primero es charlar en familia y aclarar cuáles son las expectativas y los aspectos prioritarios en cuanto a la elección del colegio: idioma, excelencia académica, actividades extracurriculares (teatro, música, plástica), actividades deportivas, horario, distancia, transporte, servicio de comedor, etcétera".

Una vez detalladas las condiciones requeridas, habrá que ordenarlas: diferenciar las que se consideren obligatorias de las que resulten menos importantes a la hora de definir una opción.

Con el listado en mano, llega el momento de hacer el trabajo de campo. Una recorrida por la zona preferida permitirá relevar las instituciones que cumplan con los requisitos más generales. Hay información disponible en la cartelera exterior de las escuelas (oferta horaria, caracterización religiosa, idiomas, etcétera) que sirve, si no para conocer en profundidad la propuesta, al menos para lograr un primer acercamiento. Otra opción de acceso sencillo, ideal para padres con poco tiempo disponible, es visitar las páginas web (cada vez son más los colegios que cuentan con un dominio en Internet), donde figuran esquemas horarios, objetivos de la institución y –en el caso de las instituciones pagas– el precio de las cuotas.

Jardín, primaria y secundaria

Se trata de búsquedas diferentes, pero semejantes. "En el nivel inicial, los padres priorizan, a la hora de mirar, jardines contenedores, seguros y que queden cerca de sus casas", dice la licenciada en Educación Alejandra Scialabba, también codirectora de Diéresis. "En el nivel primario, esta necesidad sigue presente: se busca un seguimiento personalizado, pero aparece con mucha fuerza la idea de la incorporación de valores. Ya en la secundaria, el contenido y la calidad académica pasan a ser las cuestiones prioritarias", agrega.

En todos los niveles escolares es importante saber qué cantidad de chicos habrá por sección, aunque la respuesta apropiada no será la misma en una sala de nenes de 2 años, donde cada 8 a 10 chicos debería haber un docente, que en la primaria, donde los grados suelen tener entre 20 y 30 chicos aproximadamente. Ya en la escuela secundaria, la cantidad de alumnos dependerá más de las características y dimensiones de cada institución y no definirá de manera tan tajante la dinámica del aprendizaje.

En el jardín de infantes, además, es fundamental averiguar si los docentes tienen una formación especializada, conocer el proyecto institucional y comprobar la seguridad edilicia y de los materiales que se utilicen en el trabajo diario.

En la escuela primaria, la seguridad vuelve a ser objeto de atención, así como el proyecto educativo y las materias extracurriculares que se suman al horario semanal. Además, habrá que detenerse en la formación extra que reciben los docentes y en los mecanismos de coordinación de la dirección de la escuela. También, las estrategias disciplinarias y de convivencia caracterizan los proyectos y los hacen diferentes entre sí.

Ya en el colegio secundario o polimodal, la calidad de los contenidos, las especializaciones que ofrecen a los alumnos y el control sobre las normas de conducta y pautas disciplinarias concitan la atención de los padres en la búsqueda de escuela.

Oídos atentos

Una de las fuentes principales de las que se nutren los padres que están buscando escuela es la voz de otros padres: parientes, amigos o vecinos. La encuesta de Catterberg y Asociados muestra que, después de la visita personal a los colegios (79%), la consulta con otros padres constituye la fuente preferida de información (78%). "Nunca hay que quedarse con un solo caso como referencia de la institución. En algunas ocasiones, una opinión negativa refleja una experiencia individual que no debería desalentar la elección. Hay que intentar hablar con más de una familia para sacar conclusiones", dice Scialabba. "Y si tenemos alguna duda acerca de una institución que nos atrae, lo mejor es acercarse a sus autoridades y plantear esa duda de manera franca para escuchar qué es lo que tienen para decir sus directivos", completa Vinacur.

Con información objetiva acerca de cada institución (a través de la visita de su página web, de folletería o carteles) y sumando opiniones de familias, docentes y alumnos de esa comunidad educativa, ya se podrá ir armando un listado más acotado de opciones para visitar. Suele ocurrir que, más allá de las posibilidades de cada familia, haya instituciones que figuren en el imaginario de los padres y que, aunque resulten "imposibles", aparezcan como la opción ideal. Es deseable, entonces, hacerse de un rato para visitar esa escuela o esas escuelas, aunque uno sepa que su hijo no podrá finalmente acudir a esa institución. Esa visita puede aclarar qué características de ese proyecto resultan tan tentadoras y así buscarlas en las escuelas "posibles" o ayudar a poner fin a la idealización y despejar el camino hacia una búsqueda más realista.

Finalmente, habrá que armarse de tiempo y paciencia para solicitar entrevistas personales con directores o encargados del área de admisión. Algunas instituciones, además, ofrecen encuentros colectivos que les permiten presentar su proyecto ante un grupo de padres y, a los presentes, prestar atención a aquellas preguntas que se les ocurren a otros asistentes.

Qué preguntar y qué mirar

Muchos padres, desorientados frente a la cantidad de condiciones que se deben evaluar, encuentran dificultades a la hora de entrevistarse con el directivo de cada escuela. ¿Qué preguntar? ¿Cómo utilizar del mejor modo el tiempo disponible? En principio, lo recomendable es llegar a la entrevista con un "ayuda memoria" que contenga preguntas que hayan surgido durante el proceso de selección, las dudas que no se hayan podido despejar a partir de la información de folletos, consulta con otros padres, visita a la página web. Como estrategia, vale repreguntar todo lo que no se haya comprendido (muchos directores »utilizan una jerga incomprensible para quienes no tengan formación en el ámbito de la educación); solicitar ejemplos concretos de actividades o forma de resolución de conflictos, y realizar preguntas abiertas, que no contengan dentro de sí la respuesta que cada uno espera. También, plantear situaciones hipotéticas para consultar cómo se resolverían en esa institución.

Algunas preguntas importantes para comprender el proyecto institucional son:

  • Historia y filosofía de la institución: antigüedad del proyecto, cambios en la organización, trayectoria, infraestructura.

  • Organización general: horario semanal, carga horaria para cada materia, comedor, servicio de transporte, servicio de prehora, actividades fuera del espacio escolar (campo de deportes), etcétera.

  • Formación docente: la calidad de la formación docente es fundamental a la hora de transmitir conocimientos y valores a los chicos. También, quiénes asesoran a la escuela, quién supervisa al equipo y cuánto tiempo permanecen los maestros en la escuela (si los docentes tienen varios años en la institución es señal de que la escuela los retiene y de que ellos responden a un modelo educativo consensuado).

  • La situación de los egresados: ¿cómo son los egresados? Las escuelas suelen tener un documento que describe el perfil de egresado que se pretende formar. También resulta interesante averiguar a qué colegios o universidades ingresan después de finalizar su escolaridad.

  • Características generales del proyecto y modalidades de enseñanza: es, quizás, el punto clave de la entrevista, porque sirve para comprender en qué corriente pedagógica se enmarca la institución. Si se trabaja en grupo o individualmente, si se enseña a aprender; cómo se evalúa la adquisición de conocimientos; qué proyectos llevan a cabo durante el año y cuáles son sus objetivos; cómo interrelacionan las distintas áreas de conocimiento, etcétera.

  • Dificultades de aprendizaje: hay que consultar cómo se trabaja con los chicos si surge alguna dificultad; si la institución cuenta con un gabinete psicopedagógico que realiza evaluaciones periódicas, si se capacita a los docentes, si existen estrategias de intervención o si, frente al conflicto, se sugiere a los padres desde consultar con una psicopedagoga hasta trabajar con un maestro particular.

  • Normas de convivencia: los chicos pasan una gran cantidad de horas en la escuela, junto a compañeros y docentes. Es fundamental saber cómo se dirimen las cuestiones disciplinarias, cómo trabajan los conflictos grupales, cómo actúan frente a las agresiones físicas o verbales entre compañeros, etcétera.

  • Vínculo con los padres: hoy en día las agendas de padres y madres rebosan de obligaciones. Conviene conocer de antemano cuál es la participación que espera cada escuela de la familia. Por eso es importante preguntar cuántas reuniones se pautan al año, cómo se realiza la entrega de informes y si hay otras formas de intervención (cooperadora, participación en proyectos puntuales, colaboración en salidas, etcétera)

  • Cuota: en el caso de tratarse de una institución privada, además de consultar el precio de la cuota mensual, hay que pedir datos sobre matriculación y otros gastos adicionales (por ejemplo, talleres optativos, transporte, comedor, uniforme, materiales, salidas, y demás).

  • Creencias y valores: cada institución sostiene un sistema de valores que habrá que conocer para poder confrontar con el propio y definir si coincide. De este modo, cada chico sentirá que existe una línea de acuerdo entre su casa y la escuela.

  • Otras preguntas: cada padre tiene miedos que le son propios. Para que el ingreso en la escuela sea lo más amigable posible, es fundamental despejar ciertas dudas que pueden relacionarse con la seguridad (quién puede retirarlos del colegio; qué pasa si ocurre un accidente; si cuentan con servicio de emergencias, etcétera) o con otras situaciones (quién acompaña a los chicos al baño; quién controla lo que sucede dentro de baños o vestuarios; qué control tienen de las características psicológicas de los docentes). La visita a la institución debe servir, además, para despejar algunas incógnitas:

  • Distancia: ¿cuánto tiempo demanda llegar? ¿Hay algún medio de transporte directo?

  • Edificio: ¿es seguro? ¿Es suficientemente amplio como para albergar a toda la población escolar? ¿Cuenta con espacios diferentes para las distintas actividades: gimnasio, biblioteca, sala de computación, talleres, laboratorio, salón de actos, comedor? ¿Es luminoso? ¿Cuenta con buena ventilación?

  • Aulas y recreos: ¿qué clima se percibe? ¿Los chicos están atentos? ¿Alegres? ¿Aburridos? ¿Cómo se resuelven situaciones cotidianas, tales como peleas, un chico que llora, un trabajo en grupo, el traslado hacia otros espacios?

  • Documentos: los cuadernos de comunicación permiten ver el modo en que la escuela se comunica con los padres y qué información les ofrece. Los cuadernos y las carpetas de clase son documentos de difícil evaluación; sin embargo, sí puede observarse si hay mucha o poca producción de los chicos, cómo corrige el docente y qué tipo de trabajo se propone. También las fotografías o producciones especiales de los chicos son un buen material de consulta: libros de cuentos, diarios de viaje, fotos de eventos institucionales dan pie a charlar sobre el proyecto escolar.

Por Laura Leibiker

* Laura Leibiker es periodista, coautora de Cómo elegir la escuela de nuestros hijos (2004, Grijalbo) y directora de la revista Madres & padres.

Los ojos puestos en los chicos

"Nadie aprende donde no está cómodo y tranquilo", sostiene con seguridad Silvina Gvirtz, doctora en Educación y directora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés.

En este punto coinciden todos los especialistas consultados: a los padres, muchas veces se les escapa que el protagonista principal de la búsqueda de escuela es el hijo; un chico con características propias, deseos, capacidades, inclinaciones y gustos que deberían ser tenidos muy en cuenta al elegir.

Por eso, a la hora de pensar las prioridades, habrá que hacerlo mirando al propio hijo: ¿será feliz en el entorno que le propone la institución elegida? ¿Se sentirá cómodo? ¿Sus deseos e inclinaciones encontrarán un ámbito donde desarrollarse?

No siempre es fácil realizar esta evaluación, sobre todo cuando los chicos son pequeños y aún no exhiben abiertamente sus intereses. Por eso es que la posibilidad de tener que cambiarlos de escuela –cuestión que aterra a muchas familias– existe. Pero no hay que transformarla en un drama: si los padres perciben que su hijo no disfruta de su escolaridad, no se encuentra a gusto dentro del grupo o no incorpora conocimientos a un ritmo normal –descartadas patologías o dificultades de aprendizaje– habrá que evaluar la posibilidad de hacer un cambio. En muchos casos, repensar las prioridades y buscar alternativas más acordes con las necesidades y posibilidades reales permite encontrar un establecimiento más apropiado para cada chico y, por ende, para cada familia.

Una buena escuela

Margarita Poggi, directora nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, explica: "Creo que, a grandes rasgos, una buena escuela es una institución que logra buenos rendimientos académicos para un conjunto mayoritario de los alumnos que asisten."

–¿Qué características presentan las que cumplen esas premisas?

–Coinciden en tener un equipo directivo que gestiona bien y exhibe un marcado liderazgo pedagógico. También se trata de escuelas con muy buen clima institucional, tanto puertas adentro como en el intercambio con su comunidad. Además, cuentan con profesores que saben organizar el proceso de enseñanza de su disciplina y tienen vastas expectativas respecto del rendimiento de sus alumnos.

–¿Cómo puede detectar un padre la concurrencia de estos elementos?

–Lo importante, para los padres, es conocer la trayectoria de la escuela y su proyecto educativo. Y esto se logra a través de conversaciones con las autoridades, con maestros o con padres que envían a sus hijos allí. Los padres deben evaluar si hay coincidencia entre lo que están buscando y lo que la escuela propone. Debe haber valores comunes en este proyecto de formación de los hijos.

Padres con práctica

Si bien cada experiencia es intransferible, algunos padres consultados por la Revista comparten sus reflexiones con los lectores:

Viviana Lalo relata su experiencia con Mariano (13)

"Uno de los motivos por los que elegimos la escuela primaria fue porque había una dirección con la que se podía hablar; nos escuchaba y tenía un prolijo registro de cada chico y su familia. Mi evaluación es muy positiva, aunque a lo largo de todos estos años comprendí que, si bien es muy importante el proyecto pedagógico que uno «compra», éste se va desarrollando en mejor o peor medida según el docente que toque cada año."

Silvia y Pablo Apkiewicz reflexionan sobre sus experiencias con Nicolás (25), Martín (22) e Iván (15)

"La elección de la secundaria tiene connotaciones propias; los chicos opinan y sus pares tienen mucha incidencia. Sin embargo, los padres no tenemos que olvidarnos de que son chicos para tomar decisiones de adultos. Nuestro camino fue escucharlos, ver distintas posibilidades y analizarlas juntos. Nuestros hijos mayores fueron a una escuela privada; con el menor quisimos hacer la experiencia de una escuela pública, pero no hubo modo de convencerlo. Igual creemos que, más allá de la escuela elegida, hay que intentar sacar el mejor provecho; el estímulo para que lo logren es tarea exclusiva de los padres."

María Rosa Tocci, mamá de Nicolás (20), Luciana (18), Matías (12) y Federico (10)

"Cuando elegimos la escuela primaria de los mayores nos decidimos por la educación privada, a pesar de que nosotros habíamos estudiado en escuela pública. Se trataba de una educación casi personalizada: 10 compañeritos por aula, bilingüe desde salita de 3, con computación y natación, a 2 cuadras de casa… ¡ideal! Pero la situación económica cambió: muchos proyectos privados quebraron y, al mismo tiempo, yo me quedé sin trabajo. De pronto, nos vimos en la necesidad de pasarlos a una escuela pública. La formación que recibieron el resto de la primaria y el secundario fue muy buena; siempre intervine y mantuve una relación cercana con los docentes."

Gabriela Lima y un cambio necesariopara Clarisa (7)

"Cuando comenzamos a buscar una escuela primaria, descubrimos que las que más nos gustaban implicaban una inversión que no se condecía con mi sueldo docente. Entonces, resolvimos mandar a nuestra hija a una escuela parroquial, de jornada simple y cuota accesible, con la idea de complementar la oferta educativa con otras actividades. Al mes de comenzar las clases, empezó a decirnos que no quería ir, que no tenía amigos y que se aburría. Decidimos cambiar porque la veíamos triste; afrontamos el gasto de una cuota más cara y tuvimos que hacer ajustes en el presupuesto familiar. El cambio fue maravilloso: a la semana de asistir a la nueva escuela, nuestra hija estaba feliz. Francamente, creo que la primera elección no funcionó porque el criterio que prevaleció tenía más que ver con nuestras necesidades que con las de nuestra hija."

Datos útiles

• La Subsecretaría de Defensa del Consumidor publica en Internet los precios (al inicio del ciclo lectivo 2005) de las escuelas privadas de la ciudad de Buenos Aires y del GBA en www.mecon.gov.ar/secdef/basehome/precios_utiles.htm (primarias y secundarias)

• Consejo Superior de Educación Católica (Consudec)

• Listado de escuelas: www.consudec.org/colegios/default.htm

• Listado de escuelas, con link a páginas web: www.nuevaalejandria.com/escuelas/index.php?url=cursos.nuevaalejandria.com.ar/colegios/argentina.asp

• Dirección de Educación Primaria del gobierno porteño: Bartolomé Mitre 1249, 4372-6781/6815

• Dirección General de Educación de Gestión Privada: Av. Santa Fe 4358, primer piso, 4773-8839

• Escuelas de gestión estatal de la ciudad de Buenos Aires: www.buenosaires.gov.ar/educacion

www.lanacion.com.ar 09/10/05

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  • Cursos virtuales para psicopedagogos, familias, acompañantes de espacios libres, docentes y estudiantes

Información en: coordinacion@areapsicopedagogica.com.ar

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