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A poco de nacer, el niño se entrega al juego. Y a lo largo de la infancia, la actividad lúdica es una necesidad vital que acompaña su desarrollo tanto físico como psicológico y emocional. Aquí, una guía para que los padres acompañen a sus hijos en la aventura

Me gusta jugar a las Barbies, a la mamá y el papá. También me gusta disfrazarme de princesa y de bailarina. En el cole juego al elástico en los recreos", dice Carola, de 6 años.

La vida de los chicos se centra en el juego, que no sólo supone diversión, sino también una necesidad vital para su desarrollo tanto físico como psicológico. Hablar de juego es hablar de infancia, de placer, de creatividad y también de aprendizaje.

 

Milagros Vidal, psicóloga de niños y adolescentes del Hospital Tobar García, señala que, para los chicos, jugar, explorar, curiosear y preguntar son modos de acceso al lenguaje y al mundo simbólico. "Mediante el juego, la exploración y la investigación -afirma-, ellos van conformando las representaciones de sí mismos, del cuerpo, del mundo y de las cosas. En este sentido, el juego es constitutivo de la niñez."

Por otra parte, Paula Chávez, pediatra del Cemic y del hospital Borda, indica que la importancia del juego radica en que es "fundamental para el desarrollo tanto intelectual como afectivo del niño; el juego acompaña y fomenta el desarrollo psicomotor, la adquisición de habilidades sociales, el lenguaje y también la inteligencia".

Los chicos comienzan a jugar apenas nacen, de modo que las características del juego infantil irán variando en el largo y complejo proceso de crecimiento, que se despliega de manera gradual: cada una de las diferentes etapas revelará la aparición y utilización de conductas nuevas de parte del niño.

Su progreso depende de la interacción de cuatro aspectos fundamentales: la maduración biológica, la estimulación ambiental, la conducta activa del chico y la experiencia emocional (ver recuadro).

Expresión y creatividad

Se habla del juego como una fuente de aprendizaje y conocimiento del mundo, aunque también se debe hacer referencia a la actividad lúdica como una fuente de placer y de expresión.

La doctora Chávez señala: "Es un modo de obtener placer, pero también un modo de manifestar los miedos, las frustraciones y la carga de agresividad. El juego también puede ser un recurso que el chico utiliza para canalizar la información que recibe diariamente de los medios de comunicación".

En ese sentido, Elvira Alvarez, licenciada en Ciencias de la Educación, menciona la creatividad como "una fuente innegable de estímulos para ser plasmados en la actividad lúdica, que le permitirán aceptar y asimilar las pautas del mundo adulto, revivir y disfrutar experiencias de vida satisfactorias y reelaborar las insatisfactorias cambiándoles el final o evitando la escena dolorosa.

"Así -continúa-, el chico experimenta, descubre y crea nuevas situaciones, pone a prueba sus ideas y dialoga e interactúa con sus pares. Es decir, aprehende la realidad. Por lo tanto, aprendizaje, juego y creatividad están profundamente entrelazados."

Según la licenciada Vidal, el juego es para los chicos una actividad seria. "Emplean grandes cantidades de afecto jugando -dice-. También obtienen placer, y el juego, a su vez, es una actividad realizadora de deseos. El deseo que se realiza principalmente es el de ser grandes: el niño imita con sus juegos el mundo de los adultos."

Las reglas

"Los juegos con reglas comienzan a aparecer entre los cuatro y los siete años, y son los que subsisten durante toda la vida del adulto -explica la licenciada Alvarez-. Se trata de la actividad lúdica por excelencia del ser socializado; para que se dé es necesaria la presencia de por lo menos dos personas y de un conjunto de reglas que a veces están preestablecidas y otras son acordadas por los mismos chicos. Abarca una enorme gama de juegos y su característica común es la competencia acotada por reglas, que deben ser claras y cuya violación conlleva una falta que resulta castigada."

Muñecas, autitos, videojuegos, escondidas, cartas: juegos hay muchos. Una multitud de ellos están reglados de antemano; en otros, en cambio, son los chicos los que establecen sus propias normas.

Porque, según afirma la licenciada Vidal, las normas están presentes en todos los juegos, aun en los "libres".

"Las reglas pueden ser diversas, pero la básica, en el juego, es que éste es de mentira. Todo es posible en ese territorio: a través del hacemos de cuenta que... los niños pueden casarse, trabajar e incluso jugar a matar o morir. Todo juego se constituye con reglas; no hay juegos sin ellas, aun el juego libre: jugamos a que vos sos la mamá y yo el papá. Esa es la regla."

Cuando se habla del espacio que los niños dedican a jugar, surge la pregunta del rol que deben ocupar los padres; la actitud que hay que tomar frente a esos momentos en que sus hijos crean y se entretienen. ¿Hay que compartir con ellos esos momentos o dejarlos que jueguen solos?

Para la doctora Chávez, por medio del juego los chicos pueden establecer otro modo de comunicación y de aprendizaje, así como obtención recíproca de placer.

La licenciada Alvarez, por su parte, cree que es fundamental que los padres respeten los momentos en que sus hijos juegan.

"Un niño sano es un niño que juega tranquilo, organizadamente y con imaginación. Por eso, los padres debemos ser respetuosos del espacio de juego de nuestro hijos, observando y escuchando sus ideas, promoviendo que las lleven adelante, sugiriéndoles nuevos recursos cuando así lo demanden y, por sobre todas las cosas, permitiéndoles que desarrollen sus fantasías sin interferir en el ejercicio de la actividad. Esto no significa no jugar con nuestros hijos, pero sí tener presente que deben poseer un espacio para desarrollar libremente esta actividad", explica Alvarez.

Las escondidas, los superhéroes, el elástico, la mamá y el papá, son algunos de los juegos que han persistido a pesar del paso del tiempo. Sin embargo, el avance de la tecnología contribuyó a la aparición de nuevos modos de entretenimiento y aprendizaje.

"Juego a Superman, a Linterna Verde, a Flash y a todos los superhéroes", cuenta Martín, de cinco años.

Los nuevos juegos

Lucas, de 11, ha incorporado la tecnología a sus hábitos lúdicos: todas las tardes juega al play station con su hermano de 13. "También tengo otros juegos en la compu: el de Harry Potter y el de Matrix son los que más me gustan", se entusiasma.

Según los especialistas, la computadora refuerza, complementa y amplía el proceso de aprendizaje. Es una herramienta muy atractiva para los chicos y los ayuda a desarrollar diferentes habilidades.

Con respecto a este tema, la licenciada Alvarez explica que "hoy en día la computadora abrió un espacio más de juego que resulta atrapante y fascinante para el niño por su colorido y dinamismo; los chicos pueden pasarse varias horas muy entretenidos en alguna lucha entre muñecos o tratando de sortear obstáculos para llegar a una meta".

Por otra parte, enfatiza que el tiempo que los chicos le dedican a la PC debe acotarse, ya que un uso prolongado o indebido puede quitarle espacio al desarrollo de la creatividad, de la imaginación, y a un aprendizaje genuino.

Dentro de esta misma línea, la doctora Chávez asegura que hoy muchos niños han incorporado la computadora a sus hábitos lúdicos. Sin embargo, plantea algunas advertencias. "El lugar que ocupe la computadora en la vida del chico dependerá del cuidado de sus padres. Además, hay que señalar el riesgo de que la máquina aleje al niño de otros niños y del mundo real."

Por María Cecilia Escribano

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Placer y miedo

"El juego es un modo de obtener placer, pero también de manifestar los miedos, las frustraciones y la carga de agresividad. También puede ser un recurso que el chico utiliza para canalizar la información que recibe diariamente de los medios de comunicación", afirma la pediatra Paula Chávez.

Datos útiles

www.family.org
Sociedad Argentina de Pediatría: www.sap.org.ar
www.guiainfantil.com

www.lanacion.com.ar 11/07/04