A las sábanas mojadas al despertarse le suelen seguir la vergüenza o la culpa propia, la burla de los compañeritos o amigos y, para completar, los retos de los padres. Este es el "combo" que lleva a un chico a padecer enuresis o enfermedad de orinarse en la cama.

Una serie de estudios llevada a cabo durante este año en diferentes hospitales alrededor del mundo, ha coincidido en que los niños que sufren de enuresis tienen además problemas de conducta y una baja autoestima, lo que trastorna su calidad de vida.

Según los expertos, este problema que afecta a más de un millón de personas en la Argentina, consiste en la emisión involuntaria e intermitente de orina durante la noche o el día y además, produce consecuencias en el plano psicológico. Es a partir de los 5 o 6 años, cuando la prevalencia del problema se ubica entre el 10 y 15% de los niños, por lo que es vital la consulta con el pediatra y el diálogo con los chicos.

"De la enuresis generalmente no se habla. Muchas veces hay que preguntar específicamente si el niño se moja de noche o no, porque tanto los padres como el niño no quieren dar a conocer este problema. El hecho de poder hablar de la enuresis como un problema frecuente en la niñez, que se va a mejorar con el tiempo mediante distintas estrategias, basta para aliviar la ansiedad de toda la familia y poder resolverlo", afirmó a lanacion.com el doctor Pablo Mohr, médico pediatra del Servicio de Clínica Pediátrica del Hospital Italiano.

"En los casos de niños con baja autoestima o de padres que están demasiado preocupados por esta situación y con un alto nivel de estrés, seguramente se verán beneficiados con una consulta psicológica. Es probable que en estos casos haya algún otro factor del comportamiento del niño o del funcionamiento familiar que coexista con la enuresis", agregó Mohr.

El doctor Claudio Apóstolo, jefe de Urología del Sanatorio Mitre afirmó a lanacion.com que entre el 10 y el 15 por ciento de los chicos en nuestro país, con edades desde los 5 a los 7 años padece de enuresis. Y que ese porcentaje disminuye a medida que se tienen más años, pero puede continuar hasta los 14 o 15 años.

"Además de la cama mojada, existen indicios que nos pueden ayudar a detectar la enuresis para poder tratarla mejor y anticipadamente, como cuando el chico aguanta mucho el pis y luego va al baño apurado, cuando se moja durante el día o tiene la vejiga chica e inestable", indicó Apóstolo, que también afirmó que se debe asistir al pediatra y descartar cualquier patología orgánica, como una infección urinaria, un déficit en la producción de la hormona antidiurética (ADH), un problema renal o un reflujo.

"Luego, se deben atender los problemas psicológicos o hereditarios. En el primer caso, a veces el entorno familiar, padres divorciados, una pelea de noche, o una película de terror, pueden ocasionar la micción involuntaria. En el caso de problemas hereditarios, es de destacar que más del 50 por ciento de los chicos que padecen enuresis se debe a que tanto el padre, la madre o ambos progenitores la padecieron", agregó el urólogo infantil, haciendo notar que ésta es una de las razones por las cuáles los padres a veces lo mantienen en secreto.

Descartando los problemas orgánicos, Apóstolo apunta al tratamiento psicológico como un método eficaz para resolver muchos casos de enuresis, ya que más del 50 por ciento de los menores curados tuvieron una atención de un psicólogo o terapeuta infantil, además de la visita al pediatra y al urólogo infantil.

"Los chicos se sienten más seguros y protegidos con un tratamiento, que también sirve para ayudar a la familia. Además, es necesario cambiar los hábitos de los chicos, sobre todo a la noche. Deben tomar poco, ya que a los 6 años la vejiga puede acumular sólo unos 180-200 mililitros de orina, es decir, dos vasos de líquido. Por lo tanto, si un chico toma 100 o 150 mililitros de más a la noche, se llena la vejiga, se contrae y llega la micción", resaltó Apóstolo.

Tiempo de tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud, la enuresis no debe diagnosticarse antes de los 5 años, aunque hay quienes hacen la primera consulta ya desde los 3 años si un chico se sigue haciendo pis en la cama. "Antes de los 6 o 7 años no es conveniente realizar ningún tratamiento. Hay que considerar la posibilidad de problemas orgánicos en quienes padecen de enuresis diurna y nocturna o en quienes no tenían problemas y comienzan a tenerlos", dijo Mohr.

El especialista afirmó que la droga desmopresina, que actúa rápidamente restringiendo la producción de orina por la noche, puede ser una opción en el tratamiento de la enuresis en algunos casos. Pero su uso debe ser evaluado en particular y hay que tener en cuenta que el índice de recaídas luego de suspender el tratamiento es muy alto. "En ocasiones se puede considerar el uso de esta droga para eventos especiales en la vida del niño, como por ejemplo cuando se va de campamento, viajes o duerme en casa de amigos", concluyó.

www.lanacion.com.ar 22/01/11

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