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El estado de la educación en la Argentina es preocupante. La escuela es hoy más un espacio de contención que de aprendizaje. La educación básica encuentra obstáculos para formar ciudadanos con capacidades para insertarse productivamente en la sociedad o continuar estudios en la educación superior. En forma recurrente se escucha decir que tenemos una escuela organizada con las pautas del siglo XIX, en la cual se desempeñan docentes del siglo XX y a la que asisten alumnos del siglo XXI.

Estos problemas no son exclusivos de nuestro país. Hace algunos años, Bill Gates financió la realización del documental Esperando a Superman. Allí, Davis Guggenheim relata cómo, a pesar de que el gobierno de Estados Unidos triplicó en los últimos años el presupuesto, la calidad educativa no sólo no ha aumentado, sino que ha disminuido. El documental señala tres razones básicas del estancamiento y la decadencia educativa en los EE.UU. En primer lugar se encuentra la burocracia del sistema, que dificulta e incluso impide los cambios. En segundo lugar, desarrolla el proceso de transformación del maestro motivado por la vocación por enseñar en un trabajador de la educación sindicalizado. Y en tercer lugar resalta la falta de incentivos para los buenos maestros, dado que para el sistema vigente es lo mismo enseñar bien y con pasión que con desgano y apatía.

No sucede lo mismo en todo el mundo. Finlandia es un ejemplo distinto. Los chicos van en promedio sólo cuatro horas diarias a la escuela, tienen menos días de clases al año que el promedio europeo, reciben muy poca tarea para realizar en la casa y casi no tienen exámenes estandarizados. Con este modelo, suelen obtener en las pruebas internacionales Pisa los mejores resultados, después de los países asiáticos.

¿Cómo lo logra? Finlandia se destaca por formar y tener a los mejores profesores. Sólo los mejores promedios de la educación media pueden aspirar a esta profesión. Los profesores se preparan en la universidad para lograr que todos aprendan, no sólo los que tienen mayor facilidad. Tienen mucha autonomía, trabajan en equipo, pueden y quieren innovar. Por eso mismo, en los últimos años se dieron cuenta de que es necesario un nuevo cambio en la forma de enseñar.

Finlandia está iniciando este semestre una segunda generación de transformaciones educativas de envergadura. Está tendiendo a eliminar las materias en la educación básica. La enseñanza se centra ahora en tópicos transversales vinculados a la vida real, a problemas sociales y científicos concretos. Con este cambio, buscan mayor involucramiento de los estudiantes, asegurándose que los contenidos que se enseñan estén relacionados con la realidad que viven cotidianamente.

Algunas instituciones de la Argentina están alineadas con este enfoque. Una de las formas de materializarlo es a través de promover un aprendizaje basado en "el hacer". Se trata de aprender haciendo, a partir de situaciones reales. Éste es uno de los caminos que pueden tomarse para mejorar la educación. Existen muchos otros que también son válidos. Es importante que empecemos a transitarlos. La educación es la llave para construir el país pujante, inclusivo y con oportunidades para todos que desde hace tiempo anhelamos.

Héctor Masoero

Miembro de la Academia Nacional de Educación

www.lanacion.com.ar 20/10/16