"La idea de que hay que dejar pasar de grado a los chicos porque cada uno tiene su tiempo es falsa", dice la directora del Instituto de Neurociencia y Educación de la Fundación Ineco, Florencia Salvarezza, experta en los aspectos neurocognitivos del aprendizaje. Salvarezza respondió uno por uno los principales dilemas surgidos ante los cambios que llegarán a las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires en 2015.

-¿Hay una diferencia dramática entre un sistema de calificación numérica y uno alfabético en términos de motivación o desmotivación en el proceso de aprendizaje?

-Ningún sistema es de por sí malo. El problema es cuando la letra o el número, el 1 por ejemplo, equivale a "sos un burro". Si la nueva calificación sigue asociada a juicios de valor negativos, cambiar el 1 por el 4 es un mero cambio de nombre. Lo importante es crear un ambiente de aprendizaje que promueva el deseo de aprender y de mejorar. Creo que el nuevo reglamento está anulando eso. A los chicos les gusta ver los progresos que alcanzan con sus esfuerzos. La noción de logro es muy importante para ellos y las notas están para eso. Si no hay ninguna nota que marque sus logros o pasa de grado sin haber obtenido el reconocimiento del logro, se pierde parte de la motivación para aprender.

-¿Qué piensa de la concepción que deja a los chicos promocionar de grado con materias previas para respetar sus tiempos de aprendizaje?

-La idea de que hay que dejar pasar de grado a los chicos porque cada uno tiene su tiempo es falsa e implica que no estamos mirando por qué no aprende. La escuela tiene que plantearse por qué el chico no aprende. Si la única respuesta es "que tiene su tiempo, ya va a llegar", tenemos un problema serio: se deja de mirar por qué no aprende y se lo deja solo. Y si no llega, ¿qué hacemos? El chico no es como una fruta, que madura sola. Hay que proveerlo de los estímulos pedagógicos necesarios para que aprenda.

-¿Por qué los sistemas virtuosos de educación tienen bajas tasas de repitencia?

-Porque tienen muchos sistemas paliativos internos dentro de la escuela y nadie te va a decir "los chicos tienen su tiempo" sino, al contrario: te dicen "lo vamos a ayudar". Acá la idea es postergar la intervención. Los sistemas de apoyo no funcionan. Por eso no me parece grave la posibilidad de repetir de grado si está bien pensado y organizado.

-¿Una conclusión posible es que los chicos son seres que aprenden, pero para eso la escuela tiene trabajo por hacer?

-Pero no todos aprenden con tanta facilidad. Hay un 10% de los chicos que tiene trastornos de aprendizaje vinculados con cuestiones neurológicas y otros en riesgo nutricional y social.

-¿Cómo responde el sistema educativo a los problemas de aprendizaje?

-Pésimo. La mayoría de los docentes de primaria no sabe que existe la dislexia como un trastorno de aprendizaje de base neurobiológica, y cuando el chico no lee dicen "es vago" o "tiene sus tiempos".

-Los chicos son capaces de hacer el esfuerzo.

-Los niños deben hacer esfuerzo. El cerebro crece cuando hace esfuerzo y hay que enseñarle al chico a esforzarse para lograr lo que quiere e inclusive lo que no le gusta tanto. Es la formación de hábitos lo que hace que un sujeto pueda tener un mejor desempeño a lo largo de su vida. Además, el esfuerzo y la creatividad van juntos. Picasso llegaba a pintar el Guernica después de pintar cien cuadros. El esfuerzo te da el mérito, uno no nació con mérito. El mérito es haberte esforzado y haber mejorado, no sacarte el diez. Tal vez es sacarte un 5 porque antes tenías un 1.

Por Luciana Vázquez

www.lanacion.com.ar  14/09/14

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