Imprimir

De acuerdo con datos del anuario estadístico publicado por el Ministerio de Educación, en la última década han dejado las escuelas oficiales de nivel primario nada menos que 250.000 alumnos. En el mismo período, los establecimientos privados recibieron 203.000 nuevas inscripciones. Durante el lapso más cercano que se consigna, entre 2013 y 2014, las escuelas públicas vieron irse de sus aulas 31.120 chicos, en tanto que se incorporaron a la escolaridad privada 18.552. Un cambio tan apreciable en la cantidad de bajas e inscripciones y su reiteración en un proceso que ya lleva diez años origina interrogantes sobre sus causas.

Considerando la totalidad del alumnado escolar hasta el fin del secundario, se puede afirmar que el sistema educativo nacional se está expandiendo, ya que su población global creció en el último año en 176.276 alumnos, aumento que se explicaría parcialmente por la mayor inscripción en el nivel inicial (34.886 infantes) y en la enseñanza media (30.348 adolescentes). Pero es una realidad llamativa la disminución que han experimentado las escuelas estatales de Corrientes (8557 alumnos menos), Chaco (4370 inscriptos menos) y Tucumán (donde la reducción fue de 4208 chicos).

Los expertos no han dado una respuesta coincidente sobre los factores determinantes de los cambios operados. Tampoco hubo diferencias claras de rendimientos en las pruebas de evaluación -como el último examen de la Unesco que permitieran suponer de modo categórico que radicaban ahí los motivos del cambio de escuela.

Para Guillermina Tiramonti, investigadora de Flacso, la raíz de las mudanzas observadas es de índole social. Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina, de la Universidad de Belgrano, consideró que el cumplimiento del calendario escolar y la ausencia de paros han movido a elegir la escuela privada. Mariano Narodowski, de la Universidad Di Tella, hizo referencia a la caída de la imagen de la escuela estatal, que no ha contado con una política educativa superadora. Axel Rivas, de Cippec, ha estimado que las clases medias emergentes -tanto aquí como en otros países de América latina han buscado inscribir a sus hijos en la escuela privada. Asimismo, incluso familias de menores recursos han optado por esa elección.

Es coherente admitir que obran distintas causas en el cambio apreciado porque es también diversa la condición de las escuelas privadas. Buena parte de las familias de bajos recursos recurren más a escuelas religiosas que pueden mantener aranceles bajos, al contar con elevados subsidios estatales.

En este contexto dado por una escuela pública que pierde alumnos, importa que las autoridades ministeriales y los directivos escolares discutan la forma de reducir los determinantes negativos que afectan o reducen la calidad de los establecimientos educativos. Esa debería ser la consecuencia lógica esperada de este fenómeno.

www.lanacion.com.ar 18/10/15