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Si el itinerario académico de Jacques Mehler, pionero de los estudios cognitivos en bebes, lo llevó a recorrer los más destacados centros de investigación del mundo (se graduó de químico en la ex Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la calle Perú, de allí se fue a la Universidad de Oxford, luego al University College de Londres, después a Harvard y al MIT, creó en París el primer laboratorio de estudio de los recién nacidos y luego se convirtió en investigador emérito del CNRS francés), desde hace casi cuatro décadas no se mueve del tema que lo apasiona: la adquisición del lenguaje.

"Ya a los cuatro días de vida, se detectan señales de activación cerebral que denotan que se inició el proceso", dice desde Trieste, donde actualmente es profesor de la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados y dirige un laboratorio en neonatología del hospital de Udine.

-Doctor Mehler, ¿qué papel juegan lo innato y lo adquirido en el desarrollo del lenguaje?

-Como un gato o un perro, un bebe, si no intervenimos, se convertirá en un ser de su especie, pero para alcanzar un desarrollo completo tendrá que adquirir destrezas que hemos adoptado durante milenios. Para eso, el bebe está perfectamente programado. Un estudiante de nuestro laboratorio hizo experimentos que muestran que un recién nacido tiene muchas capacidades innatas; por ejemplo distingue palabras como " bluf" de " lbuf" , aunque se le digan en el mismo tono de voz y con la misma intensidad. El bebe tiene "sesgos" que lo llevan a tratar de aprender la lengua que se habla en su medio ambiente.

También vimos que ya desde el nacimiento ellos distinguen los monosílabos de los bisílabos, incluso si los comprimimos o los expandimos para que duren lo mismo. Está claro que la sílaba es una unidad muy importante y que no se aprende. Incluso los analfabetos notan si hay más o menos sílabas en un texto.

-¿Cómo comprueban la "predilección" en chicos que no saben hablar?

-Es bastante fácil: ya a los pocos meses se les pueden mostrar caritas que hablan un idioma u otro. Ellos se orientan a las que lo hacen en el lenguaje que les es familiar.

-Tradicionalmente se creía que los chicos que se criaban en un ambiente bilingüe o trilingüe podían "confundirse" y aprender a hablar con errores. ¿Qué muestran sus experimentos?

-Nosotros observamos que el bebe que escucha dos o tres idiomas los separa perfectamente. Es más: esto hace que desarrolle funciones ejecutivas del cerebro [las que ponen en marcha, organizan, integran y manejan otras funciones] más precozmente que los chicos que sólo hablan un idioma. Por ejemplo, para hablar en español yo tengo que inhibir el italiano y el inglés, que son los que utilizo diariamente. Supongamos que un chico crece en una familia en la que se habla ruso, francés e inglés. Aprende a discriminarlos sin ningún problema, y el hecho de separarlos promueve estas funciones ejecutivas. Los bebes tienen más capacidades que las que los papás se imaginan..

www.lanacion.com.ar  25/09/12