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Expertos y docentes debatieron ayer sobre estrategias de inclusión en zonas vulnerables

El papel de la familia como actora fundamental en el proceso de aprendizaje fue destacado nuevamente ayer durante el Seminario de Educación para la Inclusión, organizado por el Foro Nacional "De habitantes a ciudadanos", que puso el foco en los contextos sociales de alta vulnerabilidad.
Entre las principales estrategias sugeridas por expertos como Bernardo Kliksberg y Juan Llach, entre otros, se puso énfasis en la participación de la familia como coeducadora, lo cual fue confirmado por experiencias exitosas expuestas ayer por directivos, docentes y alumnos.

Kliksberg afirmó que "todos los chicos empiezan la escuela primaria, pero sólo el 50% termina la secundaria" y que "el gran error está en pensar que los jóvenes no quieren estudiar. No es una opción: son los excluidos por problemas como la desnutrición, el trabajo infantil y la desarticulación familiar". Añadió que la familia es el pilar fundamental de la sociedad y que sin una familia sólida la deserción escolar aumenta.
"Mas allá de lo que aportan los expertos, nosotras también aportamos nuestro granito de arena ayudando a la escuela en lo que sea necesario", contó Alejandra Sánchez, una vecina del paraje Siempre Amigos, de Azul, en la provincia de Buenos Aires. Sánchez, activa participante del proyecto "Mejoremos juntos la calidad de nuestra educación rural", llevado adelante por la asociación Azul Solidario, que promueve la educación de los hijos de los campesinos de esa zona. Ese proyecto comenzó en 2005 con actividades en siete escuelas que tenían 59 alumnos en total; hoy están en 22 escuelas y con 201 alumnos.
Una de las propuestas es un taller para las madres a las que se proveyó de una rueca y, además de hilar la lana, tejen prendas para vender en un galpón de la escuela una vez a la semana. De esta forma, "los chicos pueden ir a darle un beso a la mamá en un recreo y volver al aula", dijo Sánchez.
Otra de las experiencias que confirmó los dichos de Kliksberg fue la de la Escuela Ñande Sy La Itatí, del paraje Malvinas, ubicada a 80 kilómetros de la localidad de Esquina en la provincia de Corrientes, presentada por su rector, Carlos Leguizamón y una de las docentes. "Tenemos a la familia en el centro de nuestra experiencia", dijo Leguizamón, que describió el sistema de alternancia propio de las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), programa al que pertenece su establecimiento, por el que los alumnos pasan dos semanas en la escuela-albergue y otras dos en sus casas.
Entre otras experiencias expusieron también representantes de una escuela de Totoral, en Córdoba, apadrinada por el movimiento CREA y alumnos de la escuela Plácido Marín, ubicada en el Bajo Boulogne, San Isidro.
Realizado en la sede de la Bolsa de Cereales, el seminario se suma a las actividades propuestas por el Foro Nacional "De habitantes a ciudadanos", integrado por entidades de la sociedad civil y que, desde su formación, en 2007, busca instalar la problemática de la pobreza como prioridad en la agenda pública.

 

 

www.lanacion.com.ar 16/11/11