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...Más allá de la exclusión en el interior mismo de la escuela común, el discurso de la diversidad permitió también actualizar un ámbito conocido para los niños más pobres: la escuela especial.....No hubo que esperar el discurso de la diversidad para promover la discapacidad como uno de los rostros de la pobreza extrema. Los estudios genealógicos demuestran que fueron los niños abandonados, huérfanos, inmigrantes, trabajadores, miserables, los primeros destinatarios de la educación especial en la Argentina.

No obstante, la nueva y ambigua noción de "necesidades educativas especiales"-promovida por las reformas educativas latinoamericanas después de la declaración de Salamanca y el Informe Warnock-se ha convertido, frecuentemente, en el eufemismo con el que se pretende designar a los saldos ineducables de la escuela pública mientras se disimula el escándalo ético de la exclusión.

Una nueva patologización de la pobreza comenzó a instalarse en el ámbito educativo bajo el disfraz de la diversidad. Dicha operación apela a las bondades de una promocionada psicología de la infancia, mientras las neuroespecialidades-siempre con el epicentro en el niño-continúan buscando-y localizando-los genes o metabolismos responsables del mal.

El niño pobre, miserable, seguirá recorriendo los circuitos segregados de la escuela mientras el rótulo de necesidades educativas especiales-legitimado por las declaraciones universales y bendecido por la "ciencia"-oculta su verdadero desamparo social...

Eduardo de la Vega en Las trampas de la escuela integradora