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LA PLATA.- Un grupo de alumnos de la Escuela de Educación Técnica N° 6 Albert Thomas se encarga desde la semana última de envasar agua potable, previo control de calidad, que luego es distribuida en 24 establecimientos educativos de la periferia de la ciudad que no cuentan con agua de red.

Con esta iniciativa única, que combina la práctica profesional de los estudiantes con un acto solidario, el centenario colegio, con la ayuda económica del Consejo Escolar de La Plata, reemplazó la comercialización tradicional del agua al instalar una planta envasadora dentro de la institución.

La escuela Albert Thomas, que funciona desde el 16 de marzo de 1911, está vinculada académica y administrativamente con la Universidad Tecnológica Nacional regional La Plata. Su edificio está ubicado en la avenida 1 y 115, de La Plata.

En diálogo con La Nacion, la máxima autoridad del Laboratorio del Albert Thomas, María Susana Fernández, explicó que esta experiencia les permite a los alumnos del último año de la Tecnicatura de Química participar de un proceso productivo piloto, como es el envasado, en el que observan cómo se lavan, cargan y sellan los recipientes (cada uno contiene 12 litros).

Y eso no es todo. Dentro del marco de la profesionalización, los chicos, debidamente cubiertos y acompañados por docentes que monitorean la actividad, llevan a cabo el control de calidad del líquido -según las exigencias del Código Alimentario Argentino- por medio de análisis químicos y bacteriológicos que corroboran que el agua no contenga elementos nocivos.

Esta inspección favorece que el líquido envasado en la escuela perdure por más tiempo hasta que sea consumido.

Como los bidones se entregan semanalmente, esto permite a las autoridades escolares calcular un estimativo sin que se eche a perder el agua.

Asistencia

La nueva planta permitirá abastecer a unas 24 escuelas públicas, a las que concurren aproximadamente 8000 alumnos de la periferia platense, ubicadas en las localidades de Melchor Romero, Villa Elisa y Los Hornos, que actualmente sólo cuentan con agua de pozo o, en otro caso, donde el líquido no es apto para el consumo humano.

Más allá de la importancia del proyecto para insertar a los estudiantes, de a poco, en el mundo laboral al que próximamente saldrán a la luz, el presidente del Consejo Escolar de La Plata, Alberto Darhanté, destacó el beneficio económico que ello implica para el distrito.

"Estimamos que nos ahorraremos unos 130.000 pesos que podrán ser redirigidos para cubrir otras necesidades", dijo el funcionario escolar a La Nacion.

La inversión total de la planta, que incluyó la compra de la maquinaria y el montaje, no superó los 40.000 pesos. Hasta ahora, el Consejo abonaba a empresas privadas unos 10.000 pesos mensuales para cumplir con el abastecimiento de agua potable.

La práctica profesional no termina con el embotellamiento del agua. Jorge Mattía, director de la Escuela de Educación Técnica Albert Thomas, adelantó a La Nacion que en los próximos días el colegio prevé producir y racionar lavandina.

La lavandina también será distribuida en establecimientos educativos con bajos recursos, sobre todo jardines de infantes y escuelas de educación especial.

www.lanacion.com.ar 30/05/11