Tocar un instrumento mejora el lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial. La fundación Soledad Pastorutti presta instrumentos a chicos de bajos recursos.

La música mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial (capacidad para percibir de forma detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos). Esta última es fundamental para los pensamientos de la vida cotidiana, desde solucionar problemas matemáticos complejos hasta envolver un sándwich. 

En un estudio llevado a cabo con niños de seis años, a quienes se enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses seguidos, al final del entrenamiento musical todos habían experimentado cambios en su anatomía cerebral. Las áreas usadas para procesar la música resultaron ser mayores y más activas.

Este estudio fue publicado en la revista "Journal of Neuroscience".

Las regiones afectadas empiezan a cambiar incluso a los pocos meses de iniciar las clases de música. Otra investigación canadiense de la Universidad McMaster señala que los cambios se comienzan a detectar a partir de los cuatro meses de enseñanza.

Las regiones del cerebro implicadas en el procesamiento de la música también son necesarias para otras tareas, como la memoria o habilidades del lenguaje. Por tanto, si la música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo.

Aprender es posible

La Fundación Soledad Pastorutti lanzó el Banco de Instrumentos Musicales, una iniciativa que colecta y entrega en préstamo instrumentos para niños y jóvenes de bajos recursos. El instrumento se entrega en forma gratuita por un plazo de tres meses, y si el niño continúa estudiando, el préstamo se puede renovar.

El Banco busca fortalecer los niveles de educación, incentivar la autoestima y desarrollar valores de disciplina y responsabilidad. Además brinda múltiples beneficios relacionados con el desarrollo humano y social, disminuye los riesgos de grupos vulnerables al ocupar su tiempo en actividades creativas y propicia el desarrollo afectivo, la socialización y la participación comunitaria.

"La idea surge de la gente, comenzaron a llegarme muchos pedidos de chicos que sienten la necesidad de aprender a tocar un instrumento y les resulta muy difícil adquirirlo. Instrumentos como la batería son costosos para alguien que recién comienza sus estudios. Y aunque muchas veces en el lugar de aprendizaje se les provee el instrumento, es mejor si se tiene la posibilidad de tenerlo en casa. Por eso se nos ocurrió formar desde la Fundación este banco de instrumentos, para responder a esa necesidad tan linda y dar la oportunidad, sobre todo a los más jóvenes, de acercarse a este maravilloso mundo de la música. Un mundo que divierte sanamente y que nos hace sentir libres e iguales. Y que viva la música siempre", señaló la cantante Soledad Pastorutti.

¿Como funciona?

Aquellos niños y jóvenes entre 5 y 18 años que deseen aprender a tocar un instrumento y no lo tengan podrán ponerse en contacto con la fundación escribiendo a Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla..

En caso de encontrarse en stock el instrumento se le entregará en forma gratuita por un plazo de 3 meses, el cual podrá ser renovado si el destinatario continúa estudiando. En caso de que el instrumento no se encuentre en el banco, la fundación realizará todos los intentos posibles para conseguirlo.

A fin de año, la fundación organizará un encuentro musical con todos los que hayan recibido un instrumento junto a Soledad y Natalia Pastorutti. Allí cada uno de ellos podrá interpretar una canción, demostrando lo aprendido y favoreciendo el intercambio cultural entre ellos. Para mayor información: www.fundacionsoledad.org.ar.

www.clarin.com   24/07/12