El gobierno bonaerense la distribuirá para el próximo ciclo lectivo

LA PLATA.- Los maestros de la provincia de Buenos Aires ya cuen¬tan con algo que reclamaban desde hacía tiempo: una guía que les indi¬que cómo actuar ante las reiteradas situaciones de violencia en las escuelas , donde en los últimos años han causado preo¬cu¬pación las agresiones entre chicos o hacia los docentes y, también, la ocasional aparición de armas.

¿Qué hacer si un chico lleva un revólver al colegio? ¿Cómo actuar ante el hostigamiento o bullying? ¿Qué reacción es apropiada ante un padre furioso con el docente que aplazó a su hijo? Son preguntas que los educadores se vienen haciendo y que la "Guía de orienta¬ción para la intervención en situa¬ciones conflic¬tivas y de vulne¬ración de derechos en el escenario escolar" busca responder.

Desde el tiroteo en la escuela Islas Malvinas, de Carmen de Patagones , donde en septiembre de 2004 un adolescente mató a tres de sus compañeros, la violencia en las aulas es un tema recurrente en el debate público.

La agresión sufrida el año pasado por Ricardo Fusco, director de una escue¬la secundaria de Pergamino, por parte de un alumno y su madre, y el suicidio de un chico de 12 años en Temperley, en marzo, son hechos que explican la creciente preocupación de los maestros.

"Necesitamos una guía que unifique criterios, un protocolo para que los docentes sepan qué hacercuando un chico lleva el arma a la escuela, cuando hay una situación de violencia verbal o cuando el maestro detecta que el chico está sufriendo una abuso en la casa", había dicho a LA NACION el titular del Sindicato Unifica¬do de Trabajadores de la Educación (Suteba), Roberto Baradel, hace trece meses.

Durante todo este año, la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE) bonaerense, junto con otras dependencias del gobierno de Daniel Scioli, trabajó en la elaboración de esa guía, que ya está lista. Tiene 83 páginas y será repartida en las escuelas primarias y secundarias a principios del año próximo.

Además de las cuestiones ya mencionadas, el instructivo oficial incluye también lineamientos de acción ante señales de drogadicción en los alumnos, abusos sexuales o situaciones de trata y trabajo infantil, entre otras situaciones.

La directora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social de la DGCE, Eliana Vásquez, se resiste a llamar "protocolo" a este material, porque (según dijo en diálogo con LA NACION) "no establece pautas y pasos fijos, sino que orienta para la intervención". Pero la guía incluye entre sus anexos un "Protocolo para la intervención en situaciones conflictivas", que detalla los pasos por seguir ante cada tipo de emergencia.

Vásquez destacó que el documento representa un "salto cualitativo" en el abordaje de situaciones problemáticas en las escuelas y que es "un instrumento flexible, en relación con la dinámica social". Precisó que es "el producto de un proceso de consulta que llevó un año" y que tendrá revisiones periódicas.

SUGERENCIAS

¿Qué dice la guía? En caso de que se detecte que un chico lleva un arma de fuego a la escuela, por ejemplo, afirma que "no debe pensarse a esa persona como un ser peligroso y extraño", sino como "un ser de la comunidad". En ese caso, el director de la escuela debe persuadir al menor de entregar el arma y luego llamar a la policía. La guía no explicita castigos: "Debe aceptarse institucionalmente que estas situaciones «suceden»" y "generar espacios para el tratamiento de su abordaje", advierte.

Otra de las cosas que preocu¬pan a los maestros es la posibilidad de ser agredidos por padres de alumnos. El trabajo de la DGCE incluye un apartado específico en el que recomienda que todo adulto que aparezca con intención de agredir a un docente "pueda ser atendido por más de una persona, creando un ambiente propenso al diálogo", aunque, si la agresión se produce, la única salida es llamar al 911. Posteriormente, "el/la docente podrá tomar las medidas legales que considere".

Especialistas y representantes de los gremios docentes consultados por LA NACION coincidieron en considerar la guía oficial como un buen punto de partida, pero presentaron algunos reparos.

El titular del Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP), Gustavo Iaies, dedicado a temas educativos, consideró que las previsiones para casos de ataques a docentes o exhibición de armas resultan insuficientes y "desdibujan el rol de los adultos". Para Iaies, "esta idea de que ante la transgresión empieza un proceso de debate no deja ver que hay unas pautas de orden que tienen que ver con todos. Hay que enseñarles a los chicos lo que está bien y lo que está mal. Por ejemplo, que nadie puede andar con un arma por la escuela".

"En general, estamos de acuerdo con los preceptos de esta guía. Pero creemos que tiene que ser debatida en las escuelas", dijo a LA NACION Rosana Merlos, secretaria de Dere¬chos Humanos del Suteba. "También hace falta que exista uniformidad en las miradas sobre estas cuestiones desde las distintas áreas del Estado. Porque existe una comisión interministerial que se ocupa de estas cuestiones, pero se reúne muy poco." Además, puntualizó que sólo un tercio de las escuelas bonaerenses tienen equipos de orientación esco¬lar dedicados a monitorear estas problemáticas.

La Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), liderada por Mirta Petrocini, está elaborando un documento con algunos señalamientos sobre la guía oficial.

Entre las recomendaciones de la guía figura la de brindarle a la prensa sólo la información estrictamente necesaria sobre los incidentes violentos que se registren. Incluso consigna frases que puede utilizar la persona encargada de hablar con los medios: "La escuela esperará la decisión de la Justicia", "mantendrá informadas a las familias", "notificará a las autori¬dades cualquier aspecto que permita de aquí en más evitar hechos de esa naturaleza en el sis¬tema educativo" o "abordará la cuestión de la prevención desde un enfoque pedagógico con todos los alumnos".

Del editor: por qué es importanteDocentes y alumnos padecen distintos tipos de violencia, pero hasta ahora se evitaba aceptar el problema y tratar de buscar soluciones.

Suicidio, un problema por abordar

Se contemplan sugerencias y atención de amigos cercanos y familiares de la víctima

LA PLATA.- Tal vez una de las situaciones más delicadas que puede enfrentar una escuela (también, afortunadamente, de las más infrecuentes) es el suicidio de un alumno. Como ocurrió, por ejemplo, en marzo pasado en el Municipio de Lomas de Zamora, donde un chico de doce años, que estudiaba en la escuela secundaria N° 371, decidió quitarse la vida.

La guía orientativa bonaerense elaborada por las autoridades educativas incluye recomendaciones para abordar este tipo de sucesos.

En el documento oficial se propone realizar un seguimiento posterior a la situación, enfocado especialmente en los amigos cercanos y familiares del alumno que ha cometido suicidio.

También sugiere contener a sus compañeros, generando un "espacio de escucha respetuosa" para "alojar los sentimientos de perplejidad y desesperación"; procurar "desarticular procesos de veneración", como santuarios o mani¬fes¬ta¬ciones admirativas, para "evitar el efecto de ?imitación'", y propiciar un trabajo intersectorial sostenido en el tiempo.

El psicólogo y criminólogo Ernesto Páez, autor del libro Suicidio en niños y jóvenes: un encuentro entre salud y educación , consideró que iniciativas como esta guía son "un buen comienzo" en lo que respecta al tratamiento del suicidio adolescente, aunque "falta mucho por hacer" en la materia.

"El desafío, hoy, es continuar con espacios de reflexión y capacitación que construyan una mirada especia¬izada", manifestó Ernesto Páez ante la consulta efectuada por la nacion.

"Lo importante de esta guía -concluyó- es que se viene sosteniendo desde la gestión de la Dirección General de Cultura y Educación la instalación del tema, que es una forma de contribuir a sacarlo del área del tabú."

www.lanacion.com.ar   18/12/12

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