"Los padres esperan que la formación de sus hijos les permita tener mejores oportunidades futuras, tanto sociales como laborales, lo cual genera muchos temores y una gran responsabilidad al momento de elegir colegio", afirma la periodista Sandra Pugliesi, coautora junto con Laura Leibiker del libro Cómo elegir la escuela de nuestros hijos (Grijalbo, 2004).

La oferta educativa es tan amplia y diversa, y hoy presenta particularidades que es necesario tener en cuenta a la hora de encarar la búsqueda. A esto se suman algunas consideraciones sobre las que todo padre debe reflexionar en el proceso de elegir colegios.

Jason Beech, director de la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad de San Andrés, explica: "Hay mucha diferencia de calidad en la provisión del servicio educativo, pero que no tiene que ver con una distinción entre la escuela pública y privada. En ambos casos hay buenas y malas".

Beech afirma que las privadas han tenido cierta ventaja para adaptarse a los acelerados cambios tecnológicos y sociales de los últimos años, pues "están mucho más desreguladas por el Estado". Con mayor margen de decisión individual, tienen más posibilidad de respuesta frente a dichas transformaciones, pero aclara: "No quiere decir que necesariamente lo hagan o lo hagan bien. Lo fundamental es ver que hay una preocupación por el aprendizaje, y no sólo del académico".

Fino equilibrio

Afirma que, frente a los cambios que se han dado en las sociedades: "Uno piensa inmediatamente en la tecnología, pero hay otros temas más complejos: el aprender a vivir con el otro. Hay que ayudar a los chicos a encontrar ese fino equilibrio en que definimos que uno no tiene que ser igual al otro, sin dejar de considerarlo un semejante, y que en la diferencia está el valor de esta sociedad. No todo lo importante es conocimiento duro, o tener computadoras".

El mismo concepto sostiene la licenciada en psicopedagogía Nora Vázquez, titular de la Asociación de Profesionales en Psicopedagogía de la Ciudad de Buenos Aires (APP). Explica que los padres, además de la excelencia académica, deben ver que "la escuela acompañe la construcción de ciudadanía y del lazo social, que enseñe a vivir en sociedad desde el respeto".

Susana Rodríguez, directora de Educarem, consultora en emprendimientos educativos, asegura que esta formación es primordial y "difícil de detectar porque generalmente no se publicita un colegio desde allí". Aclara que muchos de los conocimientos hoy habitualmente priorizados se adquieren por el contacto cotidiano con los medios y la informática.

Alejandra Motta, colega de Vázquez en APP, afirma que un colegio "debe garantizar los derechos del niño y respetar cómo piensan y sienten; debe ayudar a desarrollar su personalidad, su capacidad reflexiva, el pensamiento crítico e independiente, la participación, la escucha, la pregunta, la investigación y estimular la producción social de conocimiento. A este ritmo de avance científico, no sabemos qué clase de datos específicos van a necesitar en 20 años, pero sí qué tipos de habilidades van a serles indispensables toda la vida".

Mercedes Miguel, directora de Edgconsultora, especializada en brindar consejo a los padres, pone el énfasis en la necesidad de que "el colegio y la familia hablen el mismo idioma. No todos los colegios son para todos los chicos. Las instituciones tienen una historia, un nivel socioeconómico y académico, una disciplina, ciertos objetivos, valores e ideales que los identifican".

Explica que esto no ha sido considerado últimamente en zonas en las que existe una saturación de la oferta, por ejemplo, en el norte del Gran Buenos Aires, donde ha habido una explosión demográfica debido al boom de los barrios privados. Allí, los padres priorizan los colegios cercanos que tengan vacantes, sin analizar otras variables. "Esto conlleva una situación de tensión para la institución y las familias. En el medio hay un chico, cuyo aprendizaje e integración estarán afectados porque se va a ver inmerso en un mundo que le es ajeno. Es esencial que el colegio logre establecer su diferencia y la comunique adecuadamente", asegura la especialista.

Rodríguez acuerda que todo colegio debe tener "claridad en su mensaje institucional", que su política debe plasmarse "desde la administración hasta el director y el docente en el aula". De esta manera, las diferencias o coincidencias de los padres con el proyecto pedagógico de la escuela resultarán evidentes y propiciarán evitar posibles frustraciones posteriores.

Un último concepto por tener en cuenta es que "los padres tienen el rol más importante y deben entender que ninguna escuela va a ser perfecta. Siempre van a tener que pensar que eligen una que más o menos se adapta a sus valores y aspiraciones. Pero que va a haber cosas que no les agraden demasiado. Deben poder complementarla racionalmente, planteando bien sus prioridades y lo que ellos quisieran para sus hijos", concluye Jason Beech.

www.lanacion.com.ar 22/02/07

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